La historia de Frida Añez en Carabobo a partir de 1950

Este blog nos narra la historia de una mujer que marcó de forma única la cultura en Valencia, Estado Carabobo entre 1950 y 2000

22 de noviembre de 2015

Venezuela: Ilusión, realidad o ficción es el nombre del nuevo libro de la fundación Venezuela Positiva, que fue bautizado este miércoles en el Caracas Country Club, en un evento que contó con la participación de reconocidas personalidades.

Fundación Venezuela Positiva presentó su nueva publicación

Por veinte años consecutivos, la Fundación Venezuela Positiva realizó una publicación con la que se promete mostrar la realidad del país. En el bautizo del libro participaron reconocidos artistas, emprendedores e intelectuales. La fundación presentó a su nueva directiva.

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La destacada escultora zuliana Lía Bermúdez fue reconocida en el evento (Gabriela Pulido)
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YAREXI ÁLVAREZ CAMPOS |  EL UNIVERSAL
jueves 19 de noviembre de 2015  12:49 PM
Caracas.- Venezuela: Ilusión, realidad o ficción es el nombre del nuevo libro de la fundación Venezuela Positiva, que fue bautizado este miércoles en el Caracas Country Club, en un evento que contó con la participación de reconocidas personalidades.

Con el ejemplar se pretende capturar un retrato de la cultura y la historia  venezolana actual, de la mano de 21 coautores. "Sembramos esperanza y credibilidad en el país, publicando investigaciones a través de los libros y los hemos distribuido a nivel nacional e internacional", expresó Heraclio Atencio Bello, expresidente de la fundación.

Durante la presentación del libro también se anunció a la nueva junta directiva de la fundación, que presidirá el abogado Mario Guillermo Massone. En sus labores le acompañarán Carolina Jaimes Branger, David Morán y Roberto Smith.

"Asumir nuevos compromisos con Venezuela es mi determinación. Con tinuaré la gran labor que iniciaron venezolanos tan insignes y comprometidos con su país", enfatizó Massone.

Reconocen la labor en pro del país

Para celebrar el día de la Virgen de Chiquinquirá, la fundación homenajeó a la reconocida escultora zuliana Lía Bermúdez, a quien le fue entregado un diploma de honor, flores y una representación metálica de la Virgen.

Asimismo, Venezuela Positiva entregó medallas a María Alvarado, Eugenia Maldonado y José Rodríguez, integrantes del Trío Colegio Emil Friedman, quienes deleitaron a los presentes con un pequeño concierto.

Por otra parte, la fundación reconoció la labor de Charles Brewer Carias, quien se ha destacado por sus trabajos científicos con base a sus expediciones en el Escudo Guayanés y descubrimientos, como las cuevas del Cerro Autana en 1971.

El trabajo de la fotógrafa Kathiana Cardona Reyna también fue honrado. Cardona estuvo encargada de capturar con su lente fotográfico muchas de las imágenes de la nueva publicación de Venezuela Positiva.

Por su parte, la ocupación de José ‘Cheo' León recibió una condecoración. Desde los 14 años, León labora en el Country Club y se ha ganado la confianza y el aprecio de quienes allí hacen vida.

María Alexandra Tineo obtuvo un diploma de honor por su labor de emprendimiento agrícola. Mientras que Cristina Zuloaga de Dupuy fue destacada por su labor social en beneficio de los más necesitados.

Finalmente, la fundación enalteció el trabajo de Jesús Usuriaga, quien también formó parte el equipo fotográfico de la publicación número 20 de la institución.

A diez años del fallecimiento del maestro Jesús Soto (1923-2005) era menester hacer un análisis para las nuevas generaciones exhibiendo y analizando la obra de un creador auténtico. Con ese motivo la Fundación Soto, con la curaduría de la hija del artista y el Jefe del Taller Soto, Isabelle Soto y Tomás Mussett, respectivamente, organizaron la exposición "Estático-dinámico", en los espacios de la Galería Ascaso, en Caracas.

Soto: Estático / Dinámico

Estático / Dinámico | Foto: Archivo
Estático / Dinámico | Foto: Archivo
Una breve aproximación al trabajo del maestro Jesús Soto mediante un sencillo análisis

A diez años del fallecimiento del maestro Jesús Soto (1923-2005) era menester hacer un análisis para las nuevas generaciones exhibiendo y analizando la obra de un creador auténtico. Con ese motivo la Fundación Soto, con la curaduría de la hija del artista y el Jefe del Taller Soto, Isabelle Soto y Tomás Mussett, respectivamente, organizaron la exposición "Estático-dinámico", en los espacios de la Galería Ascaso, en Caracas.
Es lamentable que ningún museo venezolano haya tenido esa iniciativa y que el Estado no haya organizado los homenajes que corresponden a tan ilustre e importante artista. El arte no conoce de política. Mucho menos le interesó el tema a Soto que siempre se mantuvo al margen, pues sus intereses iban desde el arte a la música, pero nunca inmiscuirse en temas políticos. Demostró su indiferencia en las miles de tertulias que rodearon su vida parisina, donde la efervescencia política era el día a día, en la ciudad luz. Las obras de esta exposición, en su totalidad, pertenecen a la colección de la Fundación Soto, excepto la pieza "Extensión blanca" que pertenece a la Fundación Museos Nacionales de Venezuela.
La exposición no es antológica, ni cronológica. Corresponden las obras, eso sí, a una fina selección del maestro, desde el año 1969 al 2003, que permiten analizar con propiedad la trayectoria del artista. A través de ese recorrido podemos hacer un análisis de los diferentes lenguajes del maestro, el cual siempre se mantuvo inquieto y en la permanente necesidad de encontrar nuevos lenguajes y propuestas.
Los inicios
Es realmente impresionante como un artista que no pasó de los estudios primarios pudo lograr una obra de tanta profundidad y con tantos elementos ligados a la plástica, las matemáticas y la armonía musical. El mismo maestro contaba que cada vez que se aproximaba a un matemático, un físico o un músico, le hacía miles de preguntas. Estas preguntas se las comenzó a hacer desde su lejana ciudad natal –en forma subconsciente–,  a su paso por Caracas y la llegada a París.
De su llegada a la Escuela de Artes Plásticas en Caracas sintió curiosidad por Braque y Cézanne. De hecho Cézanne, es uno de sus referentes permanentes. A su llegada a Europa comienza a estudiar a Velásquez –que saca la obra del plano normal visual–, de Vermeer y los impresionistas –por el tema de la luz, que siempre lo obsesionó. Con Vermeer entendió que no había que vivir en el trópico para entender la luz. Luego vendrían Malevitch y Mondrian. Con Malevitch asimiló que el blanco sobre blanco era la forma más perfecta de atrapar el color. Y con el análisis de Mondrian –visto una y otra vez–, empezó a analizar las vibraciones que en las uniones de los planos ortogonales y los colores puros, afectaban al espectador. Un cumulo de experiencias. Porque todos tenemos referentes y, finalmente,  de manera sedimentaria, vertemos todas estas experiencias y sensaciones, en las propias, generando nuestro propio lenguaje.
Las progresiones y repeticiones
Soto tenía poco tiempo para desarrollar su obra plástica. Su beca en París solo duró un año y tuvo que vivir durante casi una década, tocando guitarra en sitios públicos. Pero eso nunca lo hizo desfallecer. Entendía que para desarrollar un trabajo tenía que estudiar y hacer muchas pruebas. Y las inicia haciendo unas piezas seriadas. Entender, a cabalidad este proceso primario, es fundamental para captar todo el desarrollo de la obra.
Por mucho tiempo hemos analizado estos trabajos primigenios porque son la génesis de un resultado absolutamente sorprendente. Sobre todo porque Soto nunca estudió, de manera formal, matemáticas. Ni siquiera la más básica de un bachillerato.
En este punto habría que recordar al lector  que son las progresiones, aritméticas y geométricas. Las progresiones aritméticas son una sucesión de números tales que la diferencia de dos términos sucesivos cualesquiera de la secuencia es una constante. Por ejemplo una sucesión que va así: 3, 5, 7, 9, 11,13...  es de constante dos. Este es un ejemplo de una progresión aritmética.
Una sucesión geométrica se obtiene multiplicando el anterior número por un número fijo llamando ese número la razón de la progresión. Por ejemplo,  una progresión que va así: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64... En ese caso la razón es de dos porque cada número corresponde al doble del anterior. Este es un ejemplo de una progresión geométrica.
Como ingeniero civil no voy a enumerar las formulas matemáticas a que corresponden cada progresión, pero si trato de explicar el tema, para entendimiento del espectador. Soto, que además es músico, se decanta por desarrollar una progresión aritmética, que además tiene estrecha relación con la música, ya que muchos compositores se avienen a este tipo de progresiones, para generar un ritmo musical. Entendió, por ejemplo, que Bach era un estructuralista que buscaba lograr un mayor impacto sónico, con un número mínimo de elementos repetitivos. Bach también utilizaba progresiones aritméticas en su música, también sin saber matemáticas, pero sí de ritmos.
Soto observa en la obra de Mondrian que en el cruce de las verticales y horizontales se produce una vibración y convierte a la obra en algo dinámico. Y empieza a generar piezas bidimensionales, con ángulos. Cuando resuelve ese tema pasa a realizar obras con elementos repetitivos, como una progresión aritmética. Llega así a las "rotaciones". A partir de ese momento había dilucidado la incógnita del movimiento, al darse cuenta de que era un asunto de repetición aritmética y de ritmo. Es allí cuando aparece el movimiento en la obra.
El cuadrado y el color.
Soto comienza a analizar el cuadrado y el cubo, en un tema que nunca termina, porque es infinito.
Si analizamos cada una de las piezas de esta muestra observamos que los planos inferiores corresponden a cuadrados o múltiplos de este. Con eso permanece el ritmo, pero al colocar, pequeñas líneas, la vibración es percibida muy fuerte por el espectador. En ese momento solo usa blancos y negros, para resolver el problema.
A continuación comienza a introducir el color, pero no colores diluidos, sino planos. Eso ya lo había asimilado de Mondrian, aunque no utiliza colores primarios. De esa manera saca el volumen hacia afuera. La sensación de tridimensionalidad se potencia, pero con movimiento. El color en ese momento es musicalidad. Y cuando coloca varios cuadrados la música es serial.
Para 1954 observando la obra de George Koskas analiza que superponiendo pequeños círculos, sobre planos, obtiene nuevas vibraciones. Se le ocurre hacerlo con plexiglás, pero en forma tridimensional, empieza a repetirlas, separándolas unos centímetros. De ahí nace "la cajita de Villanueva", donde aparecen las ambigüedades ópticas, que hacían que se perdieran la sensación bidimensional de los cuadrados. Este será el inicio de un largo proceso en donde mueve líneas y colores y se percibirán múltiples sensaciones de movimientos. Y miles de experiencias con el plexiglás. En esas búsquedas, crea "las escrituras" con la idea, de escribir en el espacio. Es en ese momento que decide colocar perfiles perpendiculares al primer plano, sobre las cuales colocará hilos mediante las cuales colgará las “barras”, que  harán percibir el movimiento en su mayor intensidad.
Nuevos lenguajes
No pasó mucho tiempo para que nacieran los “pre penetrables”, a fines de la década del 50. Una obra que desarrollaría a plenitud, en la década de los 60. Casi paralelamente,  quiso Soto salir de la rigidez de lo geométrico con "los leños", que fueron el resultado de acompañar a Jean Tinguely, a buscar desechos, en chiveras, y se encuentra con elementos constructivos, primorosamente elaborados por artesanos antiguos, que vendían por kilos y que recoge para hacer unas "escrituras" sobre esos volúmenes artesanales que tanto le habían llamado la atención. Comienza así a “dibujar” sobre una de las caras, sin modificar la pieza original y únicamente interviniendo uno de los planos. Pero hay algo más. De sus conversaciones con Yves Klein le llevan a comprender y manejar el tema del vacío. Y con ello profundizará un motivo que será desarrollado, a profundidad, con los “penetrables”, mas adelante. Mientras seguirá experimentado con “lastees”, “la lluvia” y “los tacos”. Es impresionante la musicalidad entendida en cada pieza, no solo en el ritmo sino en el sonido. Igualmente la inmaterialidad de la luz, el uso de la línea –en cada elemento–, y la transparencia. Es allí donde la física interactuará con la obra, desmaterializando la luz, en elementos etéreos.
La década del 60
En los 60, Soto se plantea llevar el arte a mucha gente con menos capacidad adquisitiva. Nacen entonces las  conocidas "Sotomagies" y "los jai alai" con la idea de serializar la obra y que llegara a personas con menor capacidad adquisitiva. Igualmente la producción masiva de obra gráfica. Estas las realizará hasta el final de su vida. En esta muestra hay una excelente selección de obra grafica.
Para 1966, Soto materializa de manera contundente “los penetrables”. Allí verterá todas sus anteriores experiencias. El espectador formaba parte de la obra. Ingresaba a ese recinto donde las sensaciones son espaciales, sonoras y táctiles. Por primera vez el espectador forma parte de la obra y puede interactuar con ella, a su antojo. Colóquese frente a un penetrable y siempre verá que los que lo traspasan siempre sonríen. Es una sensación maravillosa y el clímax de una experiencia sensorial.
Muchas cosas irá realizando, paralelamente, como las esferas e instalaciones en grandes espacios públicos. Ya la luz, el vacío, las sensaciones sensoriales, el sonido, las maneja a plenitud. En ese caso aprendería a manejar la escala urbana. Un tema con el que había tenido ciertos fracasos, en sus primeras piezas, pero que finalmente las resuelve exitosamente.
En su última etapa resuelve las "ambivalencias" quizás la obra menos comprendida, por el múltiple uso del color, en el primer plano.  En una primera vista, se siente incongruencia en la paleta de colores. Lo que se disipa, poco a poco,  al espectador acercarse y detenerse. Todos colores sólidos, sin matices. Las piezas tendrán vida propia. Actuaran de manera individual, pero armónicas. Porque en todas hay un elemento común, el cuadrado y los múltiplos de ese cuadrado que se repiten en el plano. Sacará el cuadrado del plano y lo pondrá a vibrar, de manera autónoma.
He tratado por medio de unas breves líneas hacer mi propio homenaje al maestro. De hacerlo en un lenguaje sencillo –como al maestro le hubiera gustado. Una experiencia que le tomo décadas y que aun sorprende al espectador. Quizás la brevedad de las líneas no le haga justicia a lo que el maestro le tomó décadas solucionar, pero era tarea hacerlo para que sepamos la importancia para el arte contemporáneo de cómo este hombre se convirtió en un monstruo de las artes del siglo XX. Nada es fácil, pero todo se puede lograr con talento, honestidad y constancia.
Estático / Dinámico
Jesus Soto
Galería Ascaso / Fundación Soto
Caracas, Octubre-Noviembre 2015

En ese entonces la Universidad Católica Andrés Bello no llegaba a los 10.000 estudiantes. No había compañía teatral, solo un grupo de jóvenes a los que les gustaban las artes y se reunían para ensayos, sin mayor pretensión de continuidad. Uno de los profesores de Comunicación Social, Marcos Reyes, por influencia del decano, reunió a varios alumnos y presentó la obra Proceso de Jesús, del autor italiano Diego Fabbri. Ese fue el detonante de lo que más tarde tomó forma y manifiesto. Finalizaba el año 1975 y allí estaba Virginia Aponte.

Teatro UCAB: 40 años de hacer país desde la universidad

El grupo presentará este mes «Canción de Navidad» | Foto Williams Marrero
El grupo presentará este mes «Canción de Navidad» | Foto Williams Marrero
Fundado y dirigido hasta hace cinco años por Virginia Aponte, el grupo mantiene como norte la idea de una educación a través de la cultura para generar conciencia de sociedad. Lo acompañan la Fundación Medatia y Ago Teatro

En ese entonces la Universidad Católica Andrés Bello no llegaba a los 10.000 estudiantes. No había compañía teatral, solo un grupo de jóvenes a los que les gustaban las artes y se reunían para ensayos, sin mayor pretensión de continuidad. Uno de los profesores de Comunicación Social, Marcos Reyes, por influencia del decano, reunió a varios alumnos y presentó la obra Proceso de Jesús, del autor italiano Diego Fabbri. Ese fue el detonante de lo que más tarde tomó forma y manifiesto. Finalizaba el año 1975 y allí estaba Virginia Aponte.
Arrancaba Teatro UCAB, una agrupación dedicada a los textos contundentes y a la educación a través de la cultura para generar conciencia de país. Hoy celebra 4 décadas con nueva dirección, 50 integrantes activos y más proyectos.
“Al comienzo fue muy difícil, porque el padre Plaza tenía un amor grande por el teatro, pero no consideraba que debía ser algo permanente. Nadie quería hacer teatro, los profesores no daban los permisos para faltar a clases, se presentaron todas las dificultades de una actividad extracátedra en una casa de estudios que no veía el teatro como algo formal”, recuerda Virginia Aponte, quien estuvo al frente de la compañía durante 35 años.
Dice que la primera pieza como grupo fue El malentendido de Albert Camus. Luego vivieron otras como La casa de Bernarda AlbaMedea,Tric TracCorona de sombras y Las brujas de Salem. Por sus filas pasaron nombres que ahora resuenan en el medio: Javier Vidal, Julie Restifo, Carlota Sosa, Alba Roversi, Ignacio Serrano, María Isabel Párraga y Unai Amenábar.
Marcar la línea. Durante sus primeros 20 años la agrupación estuvo dedicada a formarse en lo teatral, pero mantenían una inquietud por el interior del país. Así que realizaron numerosas giras. “Andábamos de autobús en autobús. Y pasábamos las noches en lugares insólitos. Una vez llegamos a Mérida y nos quedamos donde la recluta, dormíamos en las barracas y comíamos de su comida. Todo el mundo protestaba. Una vez cuando hicimos Diálogos de Carmelitas en Ejido la gente les daba mandarinas y refresco a las monjas; las iban a decapitar en la obra y las personas estaban preocupadísimas por eso. También nos presentamos en un cuartel, ante puros soldados, bajo la lluvia”, rememora Aponte.
Las piezas que escenifica Teatro UCAB están orientadas a la reflexión. “Es aprender de la memoria –continúa–, vivir a través de los discursos de otros seres humanos que nos dan sus experiencias para que podamos construirnos de mejor forma, con compromiso”.
Lazos escogidos. Teatro UCAB dio origen luego a Ago Teatro –la compañía profesional– y a la Fundación Medatia. Pero para la fundadora el mayor valor ha sido conformar esa familia elegida.
Lo reafirma Amenábar: “En lo personal fue muy significativo, porque yo era absolutamente tímido, estoy seguro de que no hubiera podido salir a reportear y conducir un noticiero ni un programa de radio. De aquí salió mi matrimonio: María Isabel y yo nos conocimos en el teatro. Tenemos grandes amigos que hoy son compadres; y nuestros hijos, amigos”.
Así como el periodista, actualmente jóvenes recorren el teatro ubicado en Módulo 4 buscando sus propias respuestas. “Aquí puedo irme descubriendo. Son espacios que te permiten crecer junto con el otro”, dice Manuel Soteldo, estudiante de 5° semestre de Comunicación Social.
Nueva etapa. Luego del retiro de Aponte, separación que tambaleó un poco los pisos del grupo, dirigió el grupo José Rafael Briceño. A los tres años lo dejó y asumió el cargo Nicolás Barreto, que formó parte del grupo en los años noventa. “La transición no fue sencilla, porque hay un liderazgo bastante consolidado. Pero a uno le toca continuar el método y seguir investigando”, dice.
Sobre la programación aniversaria, además de las piezas ya montadas Pájaros mojadosBony & Kin y una obra infantil sobre el autismo –La niña de los colores–, presentarán a finales de mesCanción de Navidad y en 2016 repondrán Las brujas de Salem.
—¿Y qué le ha dejado Teatro UCAB a Virginia Aponte?
—Salen todas estas locuras y yo siento que me devuelven el piso para que yo continúe.
CIFRA
1.200 personas asistieron a los talleres dictados por la Fundación Medatia en Caracas y Mérida durante el año 2014
Canción de Navidad
Teatro César Rengifo, casco histórico de Petare
Funciones: del 28 de noviembre al 18 de noviembre
Entrada: 150 bolívares