Retorno al fuego. Lamis Feldman.
Esmaltes 1968-1989
En 1968 Lamis Feldman inició una aventura con el esmalte que, veintiún años más tarde, en 1989, decidió cerrar voluntariamente para entregarse a otras búsquedas, a nuevos hallazgos. Lo que el espectador tendrá ante sus ojos en esta oportunidad será, pues, el cumplimiento de aquel periplo: nada menos que un conjunto de casi seiscientas piezas que la artista atesoró celosamente desde hace dieciséis años, para fortuna nuestra, de las etapas más representativas de su trayectoria como esmaltista.
Esas etapas están caracterizadas por un lúdico ejercicio investigativo de la forma, de la cual Feldman ha dicho: "La forma en esmalte es una tragedia porque si no sigues investigando te quedas con los ceniceros, los platicos o algunas laminitas, pero cuando empiezas a hacer algo más complejo, allí entonces el fuego se alía contigo o simplemente te patea, ahí no hay términos medios, es extremismo total, y yo logré algunas formas cerradas después de haber botado no sé cuántas piezas".
El paso que la artista da desde el bowl tradicional hasta unos alargamientos, abultamientos o inconcebibles cerramientos de la vasija constituyen experiencias notables porque esas formas tan febrilmente buscadas deben cumplir su tránsito por el fuego rociadas de una sustancia tan frágil como el polvo de vidrio, y ese es el verdadero y gran sentido del esfuerzo en esta obra: la consecución de unas formas llenas de imaginación que han pasado la prueba del fuego entregándonos sus extraordinarios colores.
La forma en manos de Lamis Feldman ha vivido una experiencia que ha sido necesario reinventar y rebautizar. Por eso, estaremos en presencia de las Daturas (1989), piezas de mediano formato llenas de un colorido poético enigmático; los Omphalos de 1972, que son formas completamente cerradas, tipo huevo; los Cantores y Chatarrade 1974 donde empieza una deformación de la forma que desemboca en las llamadas Desintegradas, piezas elaboradas a muy elevadas temperaturas en las que el esmalte luce como magníficas estalactitas suspendidas en el espacio. También moldea Feldman unos diminutos Íkaros , Dédalos y Lithops , etapa a la que opone luego su investigación de 1976 en la cual la vasija ha sido llevada a gran formato con proporciones que permiten visualizar derecho y revés simultáneamente; se trata de sus espectaculares Paracélsikas de las cuatro estaciones. En el ínterin, algunas formas han sido objeto de graciosas personalizaciones (con un tornillo o un cierre añadidos). Finalmente, aparecieron las Metálikas , sus piezas íntimas no por pequeñas sino por el hallazgo de un esmalte retinto y mate en cuya oscuridad reside su notable belleza.
Esta exposición ha contado con la curaduría y la museografía de John Lange, un maestro en el arte de elegir las piezas y mostrarlas en la dignidad de su belleza al público. También suyo es el diseño del cuidado catálogo que acompaña esta muestra donde se despliega la memoria de esta formidable obra de la mano de Alberto Asprino y Teresa Casique y con fotografías de Reinaldo Armas.
La visión retrospectiva de la obra de la esmaltista Lamis Feldman, Premio Nacional de las Artes del Fuego en la categoría de Esmalte 1980, representada hoy por hoy en las más prestigiosas colecciones de arte del mundo, es una invitación a adentrarnos en el mundo del color, de la poesía y del misterio que permanecerá abierta para el todo el público hasta el domingo 7 de mayo en la Sala Trasnocho Arte Contacto, Trasnocho Cultural ubicado en el sótano del Centro Comercial Paseo Las Mercedes.
Sala TAC - 993.2957
horarios de atención al público
Martes a Sábados 10:00 am a 9:00 pm
Domingos 1:00 pm a 9:00 pm
salatac@trasnochocultural.com
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