La historia de Frida Añez en Carabobo a partir de 1950

Este blog nos narra la historia de una mujer que marcó de forma única la cultura en Valencia, Estado Carabobo entre 1950 y 2000

8 de julio de 2011

Un poco de reflexión era necesaria.

Detuve el enriquecimiento del blog con nuevas entradas porque consideré oportuno reflexionar
un poco sobre la Valencia de aquellos años. No para caer en el lugar común que "todo tiempo
pasado fue mejor", no, cada época tiene su valor, sino para que quienes nos siguen o comienzan
a conocer este lugar cibernético, en estos momentos tan difíciles que pasa Venezuela y el
mundo, conozcan una época en que los valores y el trabajo en equipo dieron excelentes
resultados.
Este 5 de julio del 2011, Venezuela arribó a los 200 años de su nacimiento como
nación libre y soberana, dadas la realidad que vivimos es momento para que todos nosotros aprendamos a reconocer emociones y situaciones tales como rabias, resentimientos, excesivo estrés, decepciones, odio, temor, y las descarguemos, nos liberemos de esas cargas nocivas, perdonemos lo que haya que perdonar, y cambiemos de hábitos que nos perjudiquen, que han causado tanto daño a instituciones como
el Ateneo de Valencia, cuyo contraste con el existente y su labor en aquellos años  es digna de
reflexión para retomar el rumbo.Ante el fracaso inocultable que abruma la institución, 56 años después,
debo recurrir a un modelo de lo que es un buen trabajo en equipo, pues el egocentrismo narcisista tan
de los años 80-90 y comienzos del S.XXI que produjeron la debacle de la institución cultural,
alma de la ciudad, su alejamiento de la sociedad valenciana, nos indica que la misión que nos toca se relaciona con aprender a delegar funciones, a no tomarnos todas las responsabilidades de manera individualista, pues esto genera más estrés y una sobrecarga de emociones que nos afectan y son tóxicas.
Nuestro aprendizaje colectivo apunta a colocar en primer término el razonamiento, el poder del pensamiento positivo, y utilizarlo para sanarnos y depurarnos.generando transformaciones intensas y profundas que se van dando paulatinamente, y van generando la erosión de estructuras físicas o mentales caducas, mientras que, aceleradas estas transformaciones por las características del tiempo presente que  genera un incontenible proceso de renovación, y asi  rescatar en el Ateneo de Valencia nuestra esencia, nuestra alma, y también su centro de poder, como fue modelo la Junta Directiva de esos años cuatricentenarios.
Vale esta reflexión que espero sepan entenderla pues es producto de mi personal enfoque de la vida en el
país y el momento que estamos viviendo, donde creo que el conocimiento de hechos pasados,
vividos por venezolanos comprometidos con su trabajo por el país, son ejemplo del camino a seguir
para salir del túnel en que nos metimos a partir de los años 70...
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