La historia de Frida Añez en Carabobo a partir de 1950

Este blog nos narra la historia de una mujer que marcó de forma única la cultura en Valencia, Estado Carabobo entre 1950 y 2000

29 de mayo de 2015

Con diversas actividades musicales y pedagógicas, a partir de esta semana y hasta julio, la Escuela de Música Prudencio Esáa, en El Paraíso, festeja el 45 aniversario de fundada (1970).Inocente Carreño, maestro compositor, director de orquesta y de coros, representante de la escuela nacionalista –la llamada "Escuela de Santa Capilla"–, junto al guitarrista Antonio Ochoa, fundaron en junio de 1970 esta institución, primero conocida bajo el nombre de Escuela de Música del Oeste. La celebración comienza con la presentación del libro Inocente Carreño: Ser de tiempo y creación, del escritor Alejandro Bruzual, en la sede de la escuela y con la presencia del maestro homenajeado.

Inocente Carreño: La pasión de crear

La Escuela de Música Prudencio Esáa, en El Paraíso, realiza actividades para celebrar los 95 años del maestro Inocente Carreño y los 45 años de la institución, por él fundada. Entre ellas, una nueva presentación del libro "Inocente Carreño: Ser de tiempo y creación", del escritor Alejandro Bruzual.

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El maestro Inocente Carreño, a sus 95 años (Archivo)
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ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
viernes 29 de mayo de 2015  10:15 AM
Con diversas actividades musicales y pedagógicas, a partir de esta semana y hasta julio, la Escuela de Música Prudencio Esáa, en El Paraíso, festeja el 45 aniversario de fundada (1970). Inocente Carreño, maestro compositor, director de orquesta y de coros, representante de la escuela nacionalista –la llamada "Escuela de Santa Capilla"–, junto al guitarrista Antonio Ochoa, fundaron en junio de 1970 esta institución, primero conocida bajo el nombre de Escuela de Música del Oeste. La celebración comienza con la presentación del libro Inocente Carreño: Ser de tiempo y creación, del escritor Alejandro Bruzual, en la sede de la escuela y con la presencia del maestro homenajeado.

–¿Quién es Inocente Carreño y qué significa un libro como éste?

-El maestro Carreño es, ante todo, el artista de mayor edad activo del medio venezolano, lo que debe ser tomado como un privilegio de todos y celebrado por todos, ya  que cumplió los más lúcidos 95 años que yo haya presenciado, el pasado 28 de diciembre. Así, se han realizado ya algunos conciertos en su homenaje, si bien no tantos como amerita la ocasión. Se avecinan, además, nuevos Doctorados Honoris Causa (ha recibido ya cuatro), lo que es particularmente significativo para un hombre de condición humilde y para un medio intelectual como el nuestro, a veces tan pretencioso, pues se está reconociendo un intenso esfuerzo de formación personal, y los resultados de una pasión por el conocimiento y por el arte. En Carreño y en su obra se festeja también la escuela nacionalista venezolana, fundada por el maestro Vicente Emilio Sojo, quien se ufanaba de haber sido torcedor de tabaco. Es decir, una conjunción extraordinaria entre lo auténtico popular y la potencialidad que puede darle la academia.

-Yo como escritor, me sumo a este homenaje con un ensayo biográfico –similar a los otros seis que he publicado–, que fue financiado por varias empresas privadas, en particular, por el grupo inmobiliario GISA, bajo la égida del ingeniero Máximo Sacchini, sin cuya ayuda hubiera sido imposible realizarlo. Ahí intento reflejar la complejidad de la personalidad creativa del maestro Carreño, no sólo describir su devenir como artista, lleno de complejos avatares, sino del medio musical y cultural, del cual Carreño ha sido testigo privilegiado, pues es casi un siglo de actividad y participación.

-Carreño nació en Porlamar, en 1919, en una humilde familia, a la que pertenecía también quien sería reconocido como foclorista y músico Francisco Carreño. Muy temprano, y bajo la influencia de su abuela Güicha, ciertamente una mujer de talento musical y de quien heredaría una prodigiosa memoria, Inocente fue visto como un niño prodigio, tocando trompeta y redoblante en la banda de la ciudad, dirigida por el maestro Lino Gutiérrez. Ya en Caracas, participó de diversos grupos de música popular de los años treinta, como guitarrista y cantante, formando en 1940 su trío Caribe. Como alumno de la Escuela de Santa Capilla, la hoy casi destruida Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, estudió las materias musicales básicas, además de corno, clarinete y composición musical. Fue discípulo de Vicente Emilio Sojo, participando en la gesta maravillosa por él emprendida (al lado de otros maestros como Juan Bautista Plaza y José Antonio Calcaño), que tuvo por objeto reivindicar el rol social de la música y dignificar la profesión musical. Junto a condiscípulos como Antonio Lauro, Antonio Estévez y Gonzalo Castellanos Yumar, participó en las dos primeras y principales agrupaciones profesionales del siglo XX, la Orquesta Sinfónica Venezuela y el Orfeón Lamas. Luego, dio clases en la misma escuela y trabajó en las hoy tan sufridas escuelas de música de Caracas, fundando la Escuela Prudencio Esáa. Llevó a cabo una frecuente actividad como director de orquesta, en particular en el país, estrenando muchas de sus propias composiciones. También fundó y dirigió coros en todo el país. Fue un activista de la defensa del oficio musical, en las asociaciones de la época, así como participó de manera apasionadamente activa en diversas directivas de la orquesta.

-Lo más importante es que ha creado un catálogo de más de mil obras, de espíritu nacionalista, si bien no siempre evidente, con el impulso y ejemplo de su maestro Sojo. Con personalidad propia, escribió numerosas obras para orquesta, quizás el más largo catálogo venezolano para coros (este sí, eminentemente nacionalista y con textos venezolanos) y cantidad de obras instrumentales, destacándose, quizás por encima de todo, en su catálogo de cámara, en el cual afloran sus obras más complejas, más diversas y atrevidas. El maestro obtuvo quizás la mayor cantidad de premios que músico alguno en el país, y de hecho, es Premio Nacional de Música en 1989. Como se puede apreciar, Inocente Carreño es mucho más que el compositor de la glosa sinfónica Margariteña, la obra venezolana más interpretada de la historia, y de Mañanita pueblerina, su valse más conocido, casi ya incorporado al folklore nacional.

-Carreño ha transformado el privilegio de vivir tantos años en una creación artística contante. Es decir, ha convertido su tiempo en obra. Nunca fue una promesa, sino una realización en proceso. Todavía hoy, se levanta de madrugada, y luego de hacer su sesión de ejercicios físicos, se dedica a escribir, componer, arreglar, transcribir, revisar sus composiciones. Carreño es ejemplo de la potencialidad venezolana para la música, de la que tanto nos ufanamos, pero, para mí, lo es sobre todo de la capacidad de trabajo, de la dedicación, de la seriedad del oficio. Él es más que una excepción, un ejemplo de que no somos un país de artistas de pocas obras. Él demuestra que la creación es una pasión total o no es nada. Carreño es todo lo opuesto a un diletante, su edad no son los 95 años sino la obra realizada de casi un siglo, es el producto de quien lo entrega todo, de quien asume plenamente un compromiso con la vida.

–Háblenos del libro, de su propuesta como "ensayo biográfico".

-El libro sigue, como es de esperarse en una biografía, un trayecto cronológico. Son diecisiete capítulos, que parten de una introducción sobre la extraña casualidad del apellido Carreño, en nuestra historia musical: "Los Carreño o la invención de lo venezolano en música". Ahí, apenas repaso la presencia de Cayetano Carreño y Teresa Carreño como antecedentes simbólicos del maestro Inocente, ya que no tiene vínculos de sangre con ellos. Luego, la presencia de su abuela, "Güicha o el sol de la isla que queda", el personaje más importante de su vida, ella es el amor a la tierra, el vínculo con el pasado (música, dichos, recuerdos familiares), el descubrimiento y la confianza en sí mismo, el amor, el desprendimiento, el humor, el deseo de resignificarla para los otros, a través de sonidos. Luego, vienen capítulos que tocan al músico popular, a sus estudios, sus obras paradigmáticas de cada período. Es clave la presencia de Sojo, la figura masculina central de su vida, eje rector de sus valores no solamente artísticos, y la motivación fundamental de superación, el querer conquistar su admiración y su afecto fue el catalizador secreto, y lo logró con creces. A partir de ese punto, el libro presenta sus obras y mezcla críticas musicales, sacadas de programas, periódicos, comentarios del mismo maestro, lo que da cierto dinamismo a la escritura, diversos puntos de vista. Hay, claro, capítulos dedicados a las agrupaciones en las que participó, a sus principales trabajos, a la Escuela de Música Prudencio Esáa. Y claro, a la familia, principalmente, a la compañía y presencia en su vida de Olga Aldrey de Carreño, su compañera definitiva, su apoyo vital fundamental, la parte de sí que lleva ella, quien todavía, luego de 65 años de matrimonio, todavía se fascina con él y con sus historias y su humor. El libro incluye cronología, catálogo de obras y algunas grabaciones. Además, como intento en todos mis libros, una vasta iconografía.

-Mi percepción del ensayo biográfico estriba en el hecho de que las fuentes son lo suficientemente explícitas, como para que el lector sepa de dónde obtengo la información que utilizo, las discusiones que abordo, de manera ensayística, más cercano a un trabajo académico que a una biografía novelada. Aprovecho para repensar la presencia de la Escuela Nacionalista, intentando verla no como una apropiación de lo popular, sino como una propuesta de lo nacional en música, como una simbolización de la nación, correspondiente a su momento histórico y estético. Es, ciertamente, una versión de la modernidad, muy propia. Intento valorar la presencia de Sojo, como el músico venezolano central de nuestra historia. Creo que el maestro Inocente Carreño es un ejemplo de lo mejor de nuestras capacidades, y creo demostrarlo en esas trescientas páginas.

–No nos ha hablado de la participación política de Carreño. Fue el autor del Himno de Acción Democrática.

-En efecto, lo dejaba para un aparte, para no confundir propuestas. También Carreño tuvo conciencia de que no se transforma la realidad solamente transformando el arte. Que "somos" sólo en sociedad, y que ese ser requiere participación y compromiso, de muy diversas maneras y en muy diversos registros. El maestro vivió el ascenso de las luchas populares de los años treinta, muy joven, y se vio identificado con las propuestas de la socialdemocracia, en la cual militaba lo más granado de la intelectualidad de la época, desde Rómulo Gallegos, Mariano Picón Salas, Juan Liscano, Antonio Lauro o su propio maestro Vicente Emilio Sojo. Si bien, algunos de sus condiscípulos se fueron hacia las opciones más radicales del comunismo, como Antonio Estévez o Raimundo Pereira, incluso su propio hermano Francisco Carreño, hay que comprender y repensar el rol que tuvo Acción Democrática hasta el trienio, y valorar la magnífica victoria popular que tuvo Rómulo Gallegos, en 1947. Fracasó luego, cuando no pudo evitar el golpe militar y, a partir de 1958, la historia se desenvolvió de otra manera, con otros pactos y circunstancias, en particular, cuando el retorno del exilio se colocó por encima de las fuerzas que habían provocado el derrocamiento del dictador. Pero Carreño fue siempre fiel a esos primeros ideales, y supo hacer una crítica constante, incluso pública, para rescatar la ética, la honestidad y la moral, de la cual era él mismo representante, y lo sigue siendo. Y sí, por petición de Sojo, y con letra de Andrés Eloy Blanco, compuso el himno de AD.

-Hay que pensarlo, entonces, en términos relativos, no por su anclaje partidista, sino en la voluntad de participación, de acción, de compromiso también político, que no arrolló su trabajo musical, sino que, en cierto sentido, lo alentó, como parte de una comprensión específica de la sociedad venezolana. El maestro es, en particular, un músico comprometido con el país, y eso se expresa tanto en su obra como en su ejemplo.

–Los libros institucionales tienen el problema de la distribución. Muchas veces, dejan de ser trasmisores de conocimiento para ser simplemente objetos, adornos. ¿Qué pasará con su libro?

-En efecto es así, y estoy consciente de ello. La musicología vive un momento difícil en el país, pues no recibe ningún apoyo real, institucional, efectivo. Junto a varios compañeros, entre ellos el pionero José Peñín, y los maestros Juan Francisco Sans y Carlos García Carbó, fundamos la Sociedad de Musicología Venezolana, intentando motivar la resistencia del oficio, pero es muy difícil. Hay numerosos trabajos, valiosos ensayos, esfuerzos de investigación de todo tipo que no logran tener salida. En el Celarg, abrí hace unos años una Colección de Musicología Latinoamericana Francisco Curt Lange, pero cuenta con muy pocos recursos. En unos pocos días, tendremos un congreso sobre Nacionalismo Musical en la Universidad Central de Venezuela, dentro de las Jornadas de Investigación de Humanidades. Pero todo esto es casi un esfuerzo pírrico. La labor nuestra es una labor de interés nacional, de prioridad nacional. La bibliografía musical venezolana, y obviamente toda la que tiene que ver con las artes en el país, es escasísima. Faltan por discutirse temas fundamentales, hay pocas biografías y monografías de los personajes claves de desarrollo. Hay períodos completos que no han sido revisados, y además, muchos prejuicios, valoraciones inconsistentes o interesadas. Los temas tienen que ser abordados de manera crítica, con nuevos puntos de vista intelectuales, con nuevas herramientas. Esto es labor nacional, no podemos seguir esperando a que "otros" lo hagan, pues si no nos conocemos a nosotros mismos no podemos definir nuestro futuro, lo que realmente somos. Es la comprensión simbólica de la nación lo que se haya en el arte, lo que significa ser venezolano, lo que hemos sido y de lo que podemos ser. Arte no es mera expresión, ni mucho menos, puro espectáculo. Además, la investigación es una forma de apoyar el trabajo creativo, de crear inquietudes por lo que se hace (la obra del mismo Carreño sigue estando por conocerse, por interpretarse), de acompañar a los artistas, de crear y discutir con ellos, sin lo cual todo se vuelve árido, difícil, oscuro.

-Mis libros apuntan a ese deseo. Los que han salido con apoyo institucional me permiten seguir adelante como investigador. Siempre estoy dispuesto a revisarlos, reeditarlos en otros formatos, fundirlos, como hice con La guitarra en Venezuela. Desde sus orígenes hasta nuestros días (BCV, 2013), que reúne a su modo los libros anteriores sobre el tema. Por lo pronto, salen a las librerías una pequeña cantidad de ejemplares de mi biografía de Inocente Carreño (principalmente, en Tecni-Ciencias, en todo el país), pero ya veremos cómo se logra que llegue a otros registros, que tenga otra difusión, otro alcance. Mi esfuerzo es escribir, no editar ni promover. Tengo dos grandes líneas de trabajo que copan mi existencia, soy "bitemático" en esto: la revisión y reedición de la obra de Enrique Bernardo Núñez, a lo que estoy en este momento intensamente dedicado, y sigo recopilando materiales, y ya escribiendo, si bien con numerosas interrupciones, un libro sobre la guitarra continental, no de visión histórica pero sí cronológica, más bien cercano a los estudios culturales. Pero de eso, hablaremos cuando lo termine.

El escritor mexicano Sergio Pitol cumple hoy 82 años "muy contento" y "muy bien" de salud tras haberse recuperado casi totalmente de una cirugía intestinal que se le practicó en febrero, informaron a Efe fuentes del entorno del premio Cervantes.

Sergio Pitol celebra su 82 cumpleaños "muy contento" y bien de salud

Aunque organizará los festejos de este día "sobre la marcha", la tarde previa a su cumpleaños la pasó "rodeado de amistades" en su casa de la ciudad veracruzana de Xalapa, en el este de México.

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Pitol se recupera de su cirugía reciente (Efe)
EL UNIVERSAL
miércoles 18 de marzo de 2015  11:45 AM
México.- El escritor mexicano Sergio Pitol cumple hoy 82 años "muy contento" y "muy bien" de salud tras haberse recuperado casi totalmente de una cirugía intestinal que se le practicó en febrero, informaron a Efe fuentes del entorno del premio Cervantes.

"Está contentísimo (...), yo lo veo muy animado y muy contento", dijo en una conversación telefónica el asistente del escritor, Manuel Jiménez.

Aunque organizará los festejos de este día "sobre la marcha", la tarde previa a su cumpleaños la pasó "rodeado de amistades" en su casa de la ciudad veracruzana de Xalapa, en el este de México.

A comienzos de febrero, Pitol fue operado por una hemorragia intestinal y permaneció días internado en el hospital, varios de ellos en terapia intensiva.

Sin embargo, poco más de un mes después de recibir el alta médica se encuentra "muy bien" de salud, ya que "se recuperó magníficamente después de su hospitalización", contó Jiménez.

"Tuvo una convalecencia muy cuidada y se ha restablecido bastante favorablemente. Ya recuperó prácticamente toda su condición física, ya se desplaza con seguridad y está ya recibiendo su alimentación normal", agregó.

Mientras el escritor se encontraba hospitalizado, se conoció que se encontraba en medio de una batalla legal, ya que su primo Luis Demenegui inició en octubre pasado un juicio para obtener su custodia aludiendo que ha perdido lucidez y enfrenta un "deterioro múltiple en las funciones cognitivas y conductuales".

Pitol presentó una denuncia para evitar que su primo obtuviera su custodia por antecedentes de maltrato, por lo que el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia de Veracruz (DIF) se hizo cargo de la misma.

Jiménez contó que aunque no conoce nuevos detalles, el juicio sigue y que "es algo desagradable, pero aquí entre todos estamos luchando con mucho gusto para que el maestro esté tranquilo, a gusto, con la gente que lo quiere y sin que se esté preocupando por ese asunto".

Desde hace cinco años, el intelectual sufre disfasia, una patología que le causa una severa dificultad para articular palabras, pese a lo cual está cabalmente lúcido y consciente de su voluntad y de sus actos, según han asegurado sus allegados.

Nacido en Puebla en 1933, el escritor pasó su infancia en Potrero, Veracruz, un lugar descrito por él mismo como "un ingenio de azúcar rodeado de cañaverales, palmas y gigantescos árboles de mangos, donde se acercaban animales salvajes".

Con motivo de su cumpleaños, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) se refirió a Pitol como uno de los autores fundamentales de las letras mexicanas del siglo XX.

Además de autor de cuentos y novelas, ha sido editor, creador de la Biblioteca del Universitario de la Universidad Veracruzana y traductor de autores clásicos de la literatura universal, de idiomas como inglés, ruso, francés, italiano y chino.

Su infancia fue difícil, ya que su madre murió cuando tenía cuatro años y, debido a una enfermedad, tuvo que recluirse en su casa, tiempo en el que se entregó a la lectura.

Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue miembro del Servicio Exterior Mexicano desde 1960, para el que trabajó como agregado cultural en París, Varsovia, Budapest, Moscú y Praga.

Además residió en Roma, Pekín y Barcelona, ciudades donde también se dedicó a la traducción y desde donde escribió gran parte de su obra.

Su trayectoria como escritor arrancó en 1959 con "Tiempo cercado" y en 2011 publicó "Autobiografía soterrada", que narra muchos de sus recuerdos, viajes y personas que han marcado su vida.

Además del Cervantes, Pitol ha sido reconocido con galardones como el premio Nacional de Literatura, el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura, el Mazatlán de Literatura y el Juan Rulfo.

El género memorialístico ejerce sobre mí una especial atracción, porque de alguna manera muestra sin rubor el lado humano del artista, y deja como legado un fragmento de vida que de otra forma sería imposible conocer.En este sentido, cayó en mis manos una pequeña joya del autor mexicano Sergio Pitol (1933), titulada Memoria 1933-1966 (Ediciones Era, 2011), cuya primera edición, bajo el título de Autobiografía precoz, aparecería por allá en 1967...

De Pitol a Pitol

En "Memoria", recorremos los clásicos latinoamericanos de la mano de un testigo de excepción

RICARDO GIL OTAIZA |  EL UNIVERSAL
jueves 28 de mayo de 2015  12:00 AM
El género memorialístico ejerce sobre mí una especial atracción, porque de alguna manera muestra sin rubor el lado humano del artista, y deja como legado un fragmento de vida que de otra forma sería imposible conocer. Ahora bien, esto no quiere decir que cuando hacemos memoria y contamos nuestro devenir no estemos haciendo también un ejercicio literario (narrativa pura, pues), y la resultante sea un texto en el que los límites entre realidad y ficción sean difusos e indecisos. Muchos autores así lo han reconocido, y los lectores recorremos sus páginas agradecidos a la espera de poder hallar las claves que nos permitan distinguir entre una y otra dimensión; entre una y otra "verdad". Aunque, déjenme decirles, que lo más autobiográfico de los narradores esté precisamente en sus "ficciones".

En este sentido, cayó en mis manos una pequeña joya del autor mexicano Sergio Pitol (1933), titulada Memoria 1933-1966 (Ediciones Era, 2011), cuya primera edición, bajo el título de Autobiografía precoz, aparecería por allá en 1967 (para entonces quien esto escribe debutaba en el deleite de las primeras letras). Si de sacar cuentas se trata, nos sorprende constatar que el entonces joven escritor (con apenas 30 años) se dé a la tarea del santo oficio de la memoria -como diría Mempo Giardinelli- para contarnos con austeridad los sinuosos inicios de su carrera de escritor, y de fijar a tan temprana edad el canon que regirá lo más importante de su obra por venir. Riesgosa y osada tarea, sin duda.

Leemos con disfrute estas breves páginas, que no se detienen en detalles intrascendentes, para corroborar lo dicho por otros grandes de la literatura universal: la escritura siempre será un oficio autobiográfico. Nos dice Pitol: "Estoy presente en todo lo que escribo, a pesar de a veces buscar una forma de desaparición". De inmediato se interna en sus raíces italianas, en sus correrías de infancia, en ese preguntarse acerca de la naturaleza de lo que escribe, para terminar reconociendo que la autobiografía de un artista deberá partir siempre en el momento cuando decide dedicarse al oficio. Si bien el texto que leemos nace como respuesta a un encargo hecho por "don Rafael Giménez Siles", quien le solicitara "esta especie de sinopsis de (su) vida", se pregunta Pitol: "¿no obedecía a una especie de triste grafomanía el hecho de escribir una autobiografía a los treinta años sin haber realizado nada memorable, sin ser el escritor que lograra trascender a la minoría de sus amigos?".

Deliciosas las páginas de Memoria, en ellas recorremos los clásicos latinoamericanos de la mano de un testigo de excepción. En sus laberintos se pasean hombres como Juan Rulfo, Alfonso Reyes, Julio Cortázar, Mariano Picón Salas, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Oswaldo Trejo, Salvador Garmendia y Jorge Luis Borges. Acompañamos a Pitol en sus viajes por el mundo, en su pasión por el arte pictórico, en su asombrada estancia en Venezuela, así como también en su eterna -y tal vez utópica- búsqueda de la libertad como signo de rebeldía.

@GilOtaiza

rigilo99@hotmail.com

El pasado 14 de mayo se cumplieron 100 años del nacimiento de César Rengifo, uno de los artistas venezolanos más auténticos en su relación, pensamiento y obra.

La magia de Rengifo

Nelson Garrido: ¿Tú sabes cuál es el autorretrato de Rengifo que fotografié anoche?

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ROSARIO ANZOLA |  EL UNIVERSAL
jueves 28 de mayo de 2015  12:00 AM
El pasado 14 de mayo se cumplieron 100 años del nacimiento de César Rengifo, uno de los artistas venezolanos más auténticos en su relación, pensamiento y obra. Siendo apenas un niño asistió a la Escuela de Bellas Artes de Caracas, donde luego continuó y culminó sus estudios formales, orientado por una élite de artistas pedagogos, entre los que se destacan Marcos Castillo y Rafael Monasterios. A los 22 años viajó a México donde lo marcó -para siempre- el muralismo y el realismo social de los pintores mexicanos de la época.

La obra de Rengifo es de una multiplicidad asombrosa, con la misma vehemencia y fuerza vital que caracterizó su interés por la identidad del venezolano, desplegó sus pinturas y esculturas, hizo teatro, poesía, ensayo, ejerció el periodismo y se desempeñó como un eficiente promotor cultural. Profesó la denuncia social y mostró la desolación de la pobreza con la dignidad propia de su ideario y sensibilidad. Las injusticias, la opresión y la exclusión signaron la causa de su lucha desde la libertad de su palabra y su obra plástica. A pesar de que le fueron otorgados los máximos premios y reconocimientos nacionales, desempeñó su trabajo infatigable bajo el signo silente de la humildad.

Más allá de su visión marxista, Rengifo nos legó la visión de una Venezuela que necesita día a día tomar conciencia de sus posibilidades y de sus limitaciones, para construirse y reconstruirse con la solidaridad de sus protagonistas: nosotros, todos nosotros. Rengifo entendió que la obra de arte no puede ser un compendio moral, quien lo pretenda así no es un artista. Pero, cuando la creación muestra, expresa, conmueve, impacta, señala y promueve la reflexión activa del espectador o del lector, se recrea una y mil veces, liberando la fuerza inconmesurable de los sueños. Y esto lo logra la magia de Rengifo. 

Cuando tenía como doce años me topé con un óleo de César Rengifo en el que aparecía un niño rodeado de calas, desde entonces la mirada de Rengifo y el reflejo de ese "niño de las calas" formaron parte de mi imaginación y mis afectos. Mucho tiempo después le propuse a ese maravilloso fotógrafo que es Nelson Garrido pesquisar cuadros de Rengifo para hilar a través de sus obras un cuento para niños. Así nació "El niño de las calas", la historia de un niño llamado Pablo, que vive en un cerro de Caracas y que persigue el sueño de ser un gran músico.

El libro fue editado en 1991, uno de los cuadros que ilustra el texto se llama "Las otras alambradas". Se trata de unos ranchos de tablitas al borde de un barranco, el texto que lo acompaña dice: En el cerro la vida transcurre entre sustos y tristezas. Allí se aprende a sobrevivir en otra vida. Los cerros son una ciudad distinta. No hay aceras, ni agua ni parques: pero el amor siempre encuentra allí un lugar para quedarse. Hay vecinos solidarios que hacen más llevaderos los problemas. Hay ilusiones aun cuando falte la leche y las medicinas. Hay mujeres que hacen de mamás de niños ajenos para que la amiga pueda salir a trabajar. Hay alojo y bocado para quien llegue, a pesar de la escasez de espacio y de comida. Hay tiempo para la flor.

Quien dicta las palabras parece ser el mismo pintor. Y lo más insólito es la vigencia de su denuncia y la permanencia de un desequilibrio que persiste todavía... 

Cuando el libro que menciono ya estaba por entrar a imprenta, me llamó Nelson y me dijo:

-Rosario, tengo todo listo, incluso encontré un estupendo autorretrato de Rengifo que acompañará la reseña de su vida, pero quiero tomar una foto tuya para colocarla también en el libro. ¿Te puedes venir ya para mi estudio?

Yo salí esa mañana de la casa sin prepararme para foto alguna, pero igual le llegué a Nelson a su estudio. Cuando me vio entrar, comenzó a reírse y me preguntó:

-¿Tú sabes cuál es el autorretrato de Rengifo que fotografié anoche?

Por supuesto que yo no tenía la menor idea de cuál autorretrato había encontrado Nelson y así se lo hice saber. Acto seguido, me colocó bajo las luces, me hizo moverme de un lado a otro y atrapó las imágenes que su ojo magistral le indicaba. Una vez que terminamos la sesión de fotos me pasó a una salita donde estaban varias tomas del autorretrato. ¡Oh, sorpresa! Yo no podía creerlo: allí aparecía Rengifo, con una camisa color vino tinto abrochada hasta el cuello y su inseparable boina negra.

Nelson miraba alternadamente la foto del autorretrato y me miraba a mí: ese día yo me había puesto una camisa idéntica a la del artista, vino tinto y abrochada hasta el cuello. Para ambos, fue como recibir la bendición de César Rengifo desde la eternidad.

La gente que ha leído "El niño de las calas" y que ha visto las fotos a las que me refiero, pensará que yo me vestí de esa manera para estar acorde con el maestro. Por eso vale la pena echar este cuento para demostrar que la magia sí existe y más aún en artistas como César Rengifo.

raconvivarte@gmail.com

“Solidaridad de todos para reconstruir el país”, era un clamor de César Rengifo




Premio Michelena 1954 a César Rengifo. Cuadro ganador del Michelena 

"Cena en el éxodo"


Frida Añez entrega el Premio "Arturo Michelena" 1954 a César Rengifo en su condición de Presidenta del Ateneo de Valencia

“Solidaridad de todos para reconstruir el país”, era un clamor de César Rengifo

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Coromoto Álvarez.-
La “solidaridad de todos para reconstruir el país” fue el clamor de César Rengifo en contra de “ las injusticias, la opresión y la exclusión”, según destaca la profesora Rosario Anzola -La obra de Rengijo- señala RA- es de una multiplicidad asombrosa, con la misma vehemencia y fuerza vital que caracterizó su interés por la identidad del venezolano-
César Rengifo “ nos legó la visión de una Venezuela que necesita día a día tomar conciencia de sus posibilidades y de sus limitaciones, para construirse y reconstruirse con la solidaridad de sus protagonistas: nosotros, todos nosotros”, escribe Rosario Anzola, al destacar la obra del centenario artista venezolano.
-Rengifo entendió que la obra de arte no puede ser un compendio moral, quien lo pretenda así no es un artista. Pero, cuando la creación muestra, expresa, conmueve, impacta, señala y promueve la reflexión activa del espectador o del lector, se recrea una y mil veces, liberando la fuerza inconmensurable de los sueños. Y esto lo logra la magia de Rengifo- apunta la destacada analista del mundo cultural.
Mito de Amalivaca

"En 1955, realizó el mural en mosaico titulado "El Mito de Amalivaca" en el Centro Simón Bolívar.

Amalivaca. (El Padre de Toda la Gente). Mito Tamanaco.

"Así nacimos los Tamanacos. Así sucedió hace muchas lunaciones .Allá en lo más lejoso del bosque.
Amalivaca se va. En su canoa sagrada remonta el Río Padre-Orinoco, dejando atrás aquel semillerío humano, aquella tanta- gente-moriche, aquella raza vegetal, que ahora lo ve desdibujarse bajo Emanaida, luna negra, Emanaida, luna inmensa.
Emanaida preñada de cocuyos locos tejiendo una corona luceada sobre la cabellera del Dios. Y el, dador de vida, yéndose, yéndose hacia otros espacios, internándose en esa otra selva del nunca más."


-La obra de Rengifo es de una multiplicidad asombrosa, con la misma vehemencia y fuerza vital que caracterizó su interés por la identidad del venezolano, desplegó sus pinturas y esculturas, hizo teatro, poesía, ensayo, ejerció el periodismo y se desempeñó como un eficiente promotor cultural- de la misma estirpe que RA.
Recalca Anzola que Rengifo “ profesó la denuncia social y mostró la desolación de la pobreza con la dignidad propia de su ideario y sensibilidad. Las injusticias, la opresión y la exclusión signaron la causa de su lucha desde la libertad de su palabra y su obra plástica. A pesar de que le fueron otorgados los máximos premios y reconocimientos nacionales, desempeñó su trabajo infatigable bajo el signo silente de la humildad”.
En su artículo que publicó El Universal sobre” La magia de Rengifo”, escribe Anzola que “ el pasado 14 de mayo se cumplieron 100 años del nacimiento de César Rengifo, uno de los artistas venezolanos más auténticos en su relación, pensamiento y obra. Siendo apenas un niño asistió a la Escuela de Bellas Artes en Caracas, donde luego continuó y culminó sus estudios formales, orientado por una élite de artistas pedagogos, entre los que se destacan Marco Castillo y Rafael Monasterios. A los 22 años viajó a México donde lo marcó para siempre el muralismo social de los pintores de la época.
-Cuando tenía como doce años me topé con un óleo de César Rengifo en el que aparecía un niño rodeado de calas, desde entonces la mirada de Rengifo y el reflejo de ese “ niño de las calas” formaron parte de mi imaginación y mis afectos. Mucho tiempo después le propuse a ese maravilloso fotógrafo que es Nelson Garrido pesquisar cuadros e Rengifo para hilar a través de sus obras un cuento para niños. Así nació “ El niño de las calas”, la historia de un niño llamado Pablo, que vive en un cerro de Caracas y que persigue el sueño de ser un gran músico.
-El libro fue editado en 1991, uno de los cuadros que ilustra el texto se llama  “ Las otras alambradas”. Se trata de un rancho de tablitas al borde de un barranco, el texto que lo acompaña dice: En el cerro la vida transcurre entre sustos y tristezas. Allí se aprende a sobrevivir en otra vida. Los cerros son una ciudad distinta. No hay aceras, ni agua ni parques: pero el amor siempre encuentra allí un lugar para quedarse. Hay vecinos solidarios que hacen más llevaderos los problemas. Hay ilusiones aun cuando falte la leche y las medicinas. Hay mujeres que hacen de mamás de niños ajenos para que la amiga pueda salir a trabajar. Hay alojo y bocado para quien llegue, a pesar de la escasez de espacio y de comida. Hay tiempo para la flor.
-Quien dicta las palabras parece ser el mismo pintor. Y lo más insólito es la vigencia de su denuncia y la permanencia de un desequilibrio que persiste todavía…
Rosario Anzola resalta ese legado de César Rengifo “ más allá de su visión marxista”.
UP/CA
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26 de mayo de 2015

En 1996 la AVAP creó la Fundación Arte Emergente (FAE) para impulsar nuevos talentos.

Galerista Andreína Fuentes gana Premio Armando Reverón

El galardón, que otorga la AVAP, será entregado el 10 de mayo.

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Ha expuesto a Nela Ochoa y Violete Bule, entre otros (@PIPE YANGUAS)
EL UNIVERSAL
martes 28 de abril de 2015  08:34 AM
La Asociación Venezolana de Artes Plásticas (AVAP) y el Comité Nacional de la Asociación Internacional de Artes Plásticas -AIAP/Unesco- otorgarán el 10 de mayo -Día Nacional del Artista Plástico- el Premio Armando Reverón a Andreína Fuentes como promotora de la gestión cultural internacional. Fuentes (1968) cuenta con una trayectoria de casi dos décadas como promotora de las artes en Venezuela y el mundo. En 1996 creó la Fundación Arte Emergente (FAE) para impulsar nuevos talentos. Residenciada en Miami, ha creado organizaciones para promover el arte y el patrimonio cultural, especialmente de venezolanos: el Hardcore Art Contemporary Space, galería ubicada en Wynwood, y actualmente The Chill Concept Museum, de la Fundación Arts Connection y de IAM Venezuela (Institutional Assets and Monuments of Venezuela). Como galerista, ha exhibido el trabajo de artistas como Nela Ochoa, Lucia Pizzani, Nelson Garrido, Gabriela Morawetz, Carlos Zerpa y Violette Bule, entre otros.

Triunfan los amigos

Christie's subasta obras de Oswaldo Vigas

La exposición estará compuesta por 70 pinturas y 6 esculturas / Foto Archivo-Manuel Sardá
Oswaldo Vigas / Foto Archivo-Manuel Sardá
Las obras del pintor están representadas en numerosas instituciones y colecciones públicas y privadas de todo el mundo

La casa de subastas más antigua del mundo, Christie's, subastará este 27 de mayo, dos obras del famoso pintor venezolano y muralista Oswaldo Vigas durante la celebración de la semana del arte latinoamericano en Nueva York.
Del venezolano se estarán subastando las obras "Bichepale Terrien" (1963), un óleo en lienzo de 95,3 x 95,3 cm; y "Figura festiva" (1999), óleo en lienzo de 110,5 x 80 cm.
El récord anterior de Vigas fue un óleo sobre tela pintado en 1967, Guardiana, que alcanzó en otra compraventa de Christie’s un precio de 111.750 dólares.
Vigas falleció a los 88 años a causa de una neumonía el año pasado. Sus obras también abarcaron la céramica, la escultura, la tapicería y el grabado. 
AVAP anuncia Ganadores del Premio Armando Reverón 2015, Harry Abend en escultura, Luis Mille como artista joven entre otros destacados creadores
“PREMIO NACIONAL ARMANDO REVERON 2015”
La Junta Directiva de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos AVAP y el jurado formado por los Curadores Bélgica Rodríguez, Víctor Guedez, Lorena González y los Artistas Carlos Medina y Edgar Sánchez, anunció los “ Premios Armando Reverón 2015 ”.
Escultura: Harry Abend
Pintura: Ana María Mazzei
Fotografía: Luis Brito ( + )
Arte no conceptual: Pedro Taliafico
Artista Joven: Luis Mille
Trayectoria Artística: Gilberto Bejarano y Antonio Nuez
Divulgación y promoción: Nelson Garrido
Promotor Artísticos en el exterior: Andreina Nina Fuentes y Alí
Cordero Casal
El acto se llevó a cabo el domingo 17 de Mayo a las 10:30 am en la sede del Diario El Nacional ubicada en la Av. Principal de Los Cortijos de Lourdes. Caracas, Venezuela.

La Avap premia a Gilberto Bejarano en época de dificultades

16.05.2015  La Asociación Venezolana de Artistas Plásticos (Avap) entregó  en la ciudad de Caracas, el Premio Armando Reverón 2015 en sus diferentes categorías.
Gabriel Culpa / Jhonny Mendes
Bejarano celebra el premio de la Avap
Bejarano celebra el premio de la Avap (Foto: Archivo)
Puerto La Cruz.- La Asociación Venezolana de Artistas Plásticos (Avap) entregó , a las 10:30 am, en la ciudad de Caracas, el Premio Armando Reverón 2015 en sus diferentes categorías. Entre los honrados estará el pintor y escultor Gilberto Bejarano, director de la Galería Municipal de Arte Moderno de Puerto La Cruz.
“Hemos reconocido su trabajo como artista plástico, docente, promotor y es una persona muy respetada dentro del campo de las artes plásticas. Me faltan palabras”, dijo el presidente de ese ente, Humberto Cazorla, en una entrevista por vía telefónica.
“Lamento que la Alcaldía (de Sotillo) y la Gobernación (de Anzoátegui) no hayan tomado en cuenta la labor que ha venido haciendo desde hace más de 25 años. Y que hayan dejado de entregar el dinero del presupuesto de funcionamiento, que necesita para la promoción del arte”, añadió.
Destacó que “es muy importante que el estado (Anzoátegui) se tome como suyo el premio que está recibiendo Gilberto”.
En el veredicto también se anunciaron los ganadores del resto de las categorías: Escultura, Harry Abend; pintura, Ana María Mazzei; arte no conceptual, Pedro Tagliafico; artista joven, Luis Millé; divulgación y promoción, Nelson Garrido; promotores artísticos en el exterior, Andreína Fuentes y Alí Cordero Casal; fotografía, galardón póstumo a Luis Brito, quien falleció el pasado 1° de marzo.
Viene de los artistas

“Estoy realmente muy entusiasmado por varias razones. Este premio lo otorgan los colegas en su gran mayoría. Ya eso es un reconocimiento bastante especial porque viene de homólogos. Hay otro aspecto que vale la pena destacar: es nacional y no tiene tinte político”, dijo Bejarano.
Expresó que ahora se siente comprometido a trabajar más y con un mayor nivel de exigencia. Lo estima porque trasciende el nivel personal. “Es un premio que se le otorga a todo el que ha hecho su carrera en la provincia venezolana. Para nosotros el esfuerzo es el triple porque estamos lejos de los centros de poder económico”.
Quien revise el archivo de El Tiempo de Puerto La Cruz puede constatar que Bejarano ha hecho pública, en varias oportunidades, la crisis que ha atravesado -y que sigue afectando- la institución que representa y dirige desde hace 39 años. Sin embargo, sigue trabajando.
Fue en 1976 cuando él y otros defensores y cultivadores de las artes plásticas crearon la única galería-museo que al día de hoy, tiene Puerto La Cruz y que funciona en una sede que necesita inversiones. Allí “habitan o sobreviven” infinidad de obras de gran valor para la plástica del país.
Adicionalmente, la Bienal Nacional de Artes Plásticas de Puerto La Cruz y el estado Anzoátegui, encuentro de renombre en Venezuela, organizado por el ente dirigido por Bejarano, cayó en obligada pausa desde 2007 por falta de recursos.