La historia de Frida Añez en Carabobo a partir de 1950

Este blog nos narra la historia de una mujer que marcó de forma única la cultura en Valencia, Estado Carabobo entre 1950 y 2000

10 de mayo de 2015

El arquitecto y fotógrafo Graziano Gasparini, quien impulsó la construcción del pabellón venezolano en 1954 y fue curador de la primera muestra en 1956, resaltó las diferencias técnicas en las representaciones: "Todo cambia, en 1954 la Bienal era en 95% de cuadros sobre tela y esculturas, y hoy en día casi todo es arte conceptual o montajes". Además, expresa su indignación por el deterioro del pabellón diseñado por Carlo Scarpa en el que hoy se hace la muestra y que, de hecho, no estuvo apto para la Bienal de Arquitectura de 2014. Los representantes de Iartes admitieron que el caso "se está remansando" y que sólo "se solucionaron algunos detalles" para poder hacer la muestra de Flix y Bravo.

Pabellón Venezuela vive tiempos amargos en Venecia

La delegación nacional mostrará sus propuestas a partir de hoy | Foto Cortesía
La delegación nacional mostrará sus propuestas a partir de hoy | Foto Cortesía
Desde hace más de treinta años se habla de una supuesta restauración del monumento arquitectónico diseñado por Carlo Scarpa entre 1948 y 1954

Armando Reverón, Alejandro Otero, Francisco Narváez, Héctor Poleo y Armando Barrios fueron los primeros en esculpir el nombre de Venezuela en la Bienal de Venecia. El colectivo de artistas inauguró formalmente el pabellón nacional en 1956, un edificio de corte modernista diseñado por Carlo Scarpa que se levantó en los Giardini di Castello.
Así, los creadores del país comenzaron a tener presencia internacional, confrontándose de manera casi ininterrumpida con las propuestas contemporáneas en este importante circuito de arte. Nombres consagrados y otros no tanto han abordado diversidad de temas en las dos alas que integran el edificio, un espacio físico que ha sido noble con las diversas delegaciones. El deterioro del pabellón venezolano en Venecia, sin embargo, es evidente.
Desde hace más de 30 años se habla de una supuesta restauración de este monumento arquitectónico, que marcó un punto importante en la obra de Scarpa. Todo se ha quedado en promesas.

El año pasado, las puertas de la sede permanecieron cerradas. Venezuela se quedó sin representación oficial en la Bienal de Arquitectura. “No estaremos presentes porque el gobierno revolucionario designó recursos para la renovación de este edificio que data de 1956”, señaló Edgar González, presidente de la Fundación Museos Nacionales, en una entrevista al Correo del Orinoco en 2014. Al ser consultado sobre el estado actual del proyecto no quiso dar mayores detalles.
Los trabajos deberían finalizar en 2016. Una fecha que el arquitecto Graziano Gasparini, primer comisario de Venezuela en Venecia, pone en duda. “Hasta septiembre del año pasado no se había avanzado. El edificio está muy deformado, de hecho las últimas modificaciones no han respetado la línea scarpiana”.
Guillermo Barrios, comisario de la Bienal de 2000, asegura que ese año se hicieron las diligencias correspondientes, pero no consiguieron que el gobierno nacional destinara recursos para la recuperación. “No existe la voluntad política en este momento. Lo que hacen es dar manos de pintura a diestra y siniestra”.
El mal estado del pabellón ha sido una constante en los últimos 15 años. “Venezuela nunca ha mostrado real interés por rescatar este monumento”, afirmó Víctor Hugo Irazábal, que participó en la exposición internacional en 2001. “En cada Bienal se hacen remiendos para tratar de aparentar un buen estado. Hay goteras, filtraciones, humedad. Casi todo el año es un nido de palomas”.
El especialista italiano Francesco Robetta, uno de los pupilos de Scarpa, está al frente de la rehabilitación junto con Javier Cerisola y Juan Posani del Museo de Arquitectura venezolano y la Cancillería. Se enviaron varias comunicaciones a los encargados de este proyecto, pero no hubo respuesta.
La llegada en curiara. Para 2015 sí habrá artistas venezolanos en Venecia. Hoy se abren oficialmente las puertas del pabellón para recibir al público interesado en la muestra Te doy mi palabra, que integran Flix y Argelia Bravo.  
Los orígenes indígenas será el punto de partida de la delegación nacional en la 56ª Bienal de Arte, que hasta última hora estuvo en veremos por el estado en que se encuentra el edificio. “Se estuvo pensando si participábamos o no porque el edificio requiere mantenimiento”, declaró recientemente Flix. El artista, sin embargo, aceptó el reto de estar en la exposición e intervino una curiara con los colores intensos de su arte urbano y la pusieron a las puertas del pabellón.  
En el caso de Argelia Bravo, su obra pone el acento político. “Trabaja con un discurso agresivo, con un discurso de una imagen política asociada con la guerrilla, con golpes de Estado, enmascarados o encapuchados”, señaló el curador Óscar Sotillo Meneses, en una entrevista a EFE.
Sin duda, la 56ª Bienal de Arte de Venecia dará mucho de qué hablar en los próximos meses, hasta el 22 de noviembre que cerrará sus puertas.

Venezuela no apuesta al lujo en Venecia

Hoy inaugura la edición 56 de la Bienal de Arte de Venecia.

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Las muestras de Argelia Bravo y Félix Molina (Flix) plantean discusiones sobre identidad (Cortesía)
MARÍA GABRIELA FERNÁNDEZ B. |  EL UNIVERSAL
sábado 9 de mayo de 2015  09:30 AM
En el pabellón de Venezuela de la 56 Bienal de Venecia resuena el cantar de tres mujeres que amamantan a sus hijos. La imagen de estas madres que cubren sus rostros con pasamontañanas negros se proyecta en la sala mientras susurran el Himno Nacional, para resaltar su coincidencia con la canción de cunaDuérmete mi niño.

Hoy, en el Giardini di Castello, en Italia, abrirá sus puertas al público la exposición internacional de mayor importancia y antigüedad en el mundo del arte, a la que Venezuela ha estado vinculada de forma casi ininterrumpida desde 1954, con participaciones destacadas como las de Alejandro Otero o Carlos Cruz-Diez.

Este año, la Bienal de Venecia cuenta con 89 pabellones en los que se han reunido las más disímiles creaciones del arte contemporáneo mundial bajo el título "Todos los futuros del mundo" y la curaduría del crítico nigeriano Okwui Enwezor.

Para la ocasión, Venezuela presenta las obras de los artistas visuales Félix Molina (Flix) y Argelia Bravo. Con el nombre Te doy mi palabra, y la curaduría de Oscar Sotillo, el país apuesta a la reflexión y a la identidad, a través del tema indígena, en el caso del joven arquitecto dedicado al arte urbano, y de los vínculos con la alimentación y la soberanía, en las obras de la integrante del Colectivo Mariamoñitos.

Mientras Flix presenta un entramado de figuras geométricas en colores primarios, curiaras y referencias a un poema del venezolano Gustavo Pereira; Bravo utiliza fotografías y material audiovisual de mujeres, como apologías a la rebeldía y la identidad. Las propuestas, distintas en términos estéticos, dialogan con dificultad en el pabellón, a través diez piezas vinculadas únicamente por su caracter social y su perfil ideológico.

Desde Venecia, la directora del Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes), Morella Jurado, describe la muestra como "cálida y tierna, sin ser cosmética". Vía telefónica dice: "En comparación con las exposiciones de otros países donde hay grandes despliegues tecnológicos y de show, la nuestra es intimista, pero con un profundo nivel de reflexión". Asegura sentirse satisfecha con el resultado.

En contraste, figuras del mundo artístico nacional parecen no estar del todo complacidas con la representación. Esto, en particular, porque miran con preocupación la forma en la que se privilegian principios políticos elegidos por los entes oficiales, así como el posible impacto de esto en la calidad de la muestra.

De acuerdo con el curador Félix Suazo, "lo que estaría en debate no es si los enviados son autores activos o tratan temas representativos de nuestra contemporaneidad, que sin duda lo son, sino en qué medida una acción institucional oficial quiere resaltar una u otra visión de nuestro devenir contemporáneo". A su juicio, "el tema no es qué tanta prioridad se da a lo político o identitario sobre lo artístico, sino manera cómo esos temas pudieran estar recogiendo la imagen de un país idealizado y no una realidad viva, compleja y no parcial".

Precisamente, durante la presentación a la prensa de los dos representantes, el pasado 20 de marzo en Iartes, Jurado se refirió al método de selección de los candidatos y declaró que el área temática primero fue escogida por la institución y luego se convocó a artistas dispuestos a participar. "Algunos no estuvieron de acuerdo por el tema político, y seguimos llamando a otros", señaló entonces.

La curadora y artista Bélgica Rodríguez, quien fue curadora de la muestra de 1982 con las piezas de Alejandro Otero, recuerda que en la Bienal de 2013 el país fue representado por una colección de arte urbano y piezas con imágenes vinculadas a la gestión gubernamental, por lo que habla de una tendencia que termina por afectar la exposición final. "En los últimos años, Venezuela no ha tenido aciertos en cuanto a su representación en un evento tan importante y consagratorio como la Bienal de Venecia. Los temas que abordan hacen que el país corra el riesgo de pasar desapercibido".

Aún así, la directora del Iartes asegura que en las visitas internas y del jurado a los pabellones, celebradas esta semana, la receptividad ha sido positiva: "He visto a gente llorar con el video de Argelia de las mujeres amamantando, y a personas tomarse fotos con la curiara intervenida por Flix".

El pabellón: una deuda

El arquitecto y fotógrafo Graziano Gasparini, quien impulsó la construcción del pabellón venezolano en 1954 y fue curador de la primera muestra en 1956, resaltó las diferencias técnicas en las representaciones: "Todo cambia, en 1954 la Bienal era en 95% de cuadros sobre tela y esculturas, y hoy en día casi todo es arte conceptual o montajes". Además, expresa su indignación por el deterioro del pabellón diseñado por Carlo Scarpa en el que hoy se hace la muestra y que, de hecho, no estuvo apto para la Bienal de Arquitectura de 2014. Los representantes de Iartes admitieron que el caso "se está remansando" y que sólo "se solucionaron algunos detalles" para poder hacer la muestra de Flix y Bravo.

La Bienal de Venecia abre las puertas precedida por una controversia que promete crecer aún más en el país. La muestra se mantendrá abierta hasta el 22 de noviembre.

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