La historia de Frida Añez en Carabobo a partir de 1950

Este blog nos narra la historia de una mujer que marcó de forma única la cultura en Valencia, Estado Carabobo entre 1950 y 2000

13 de octubre de 2015

Se conmemoran 110 años del nacimiento del artista visual Francisco Narváez

Narváez, redentor moderno

Se conmemoran 110 años del nacimiento del artista visual Francisco Narváez

imageRotate
| 1 | 2 | 3 |
MARÍA GABRIELA FERNÁNDEZ B. |  EL UNIVERSAL
domingo 11 de octubre de 2015  12:00 AM
El agua empapa sus cuerpos, y ellas parecen posar recostadas en sus lados sobre mareas de piedra. Aclaman, observan, esperan, bendicen. Son las reinas mestizas de la urbanización El Silencio, con un palacio forjado por las manos y el cincel de un soñador margariteño de legado universal.

La fuente Las Toninas, esculpida por el artista visual Francisco Narváez, es acaso, una de las más reconocidas obras urbanas de este creador y se impone como una metáfora de lo que el propio artista encarnó para su tiempo: modernidad, raíces y redención.

El pasado domingo se cumplió el aniversario 110 del nacimiento de Narváez, quien llegó al mundo en una familia de restauradores de madera en Porlamar el 4 de octubre de 1905 y demostró desde temprana edad un interés y talento para las artes que le acompañaría hasta su muerte, en 1982. 

Merecedor, por su trayectoria, del título de maestro de las artes visuales, este ganador del Premio Nacional de Escultura, en 1940, y de Pintura, en 1948, es reconocido como el padre de la escultura moderna en Venezuela y como uno los pintores de su época que emprendió el alejamiento del paisajismo y dio pie al resto a diferenciarse a través de la representación de figuras humanas, al inicio; y de elementos abstractos, hacia el final de su carrera.

El investigador de artes y curador Perán Erminy, quien además fue alumno de Narváez en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas, asegura que este creador fue pieza valiosa en el proceso de modernización vivido en la ciudad cuando el repentino enriquecimiento permitido por el petróleo generó lo que entonces fue percibido como "la lucha de la civilización contra la barbarie". "Los caraqueños se congregaron a ver cómo maquinarias destruían lo peor que teníamos, El Silencio, que entonces era un centro de alcohol y prostitución. Cuando todo quedó como una explanada, lo primero que se erigió en esa 'Caracas del futuro' fue la fuente de Narváez. En su tradición de margariteño las toninas simbolizaron redención y la forma en la que circula hasta hoy el agua pretendía lavar las culpas de lo que fuimos", explica Erminy.

Aún así, insiste, la apertura al futuro y la transición plástica que él mismo vivió (y, acaso, lideró) en la ciudad no alejaron a Narváez de su valoración y representación del pasado histórico y étnico del país. Por el contrario, si algo caracteriza a sus piezas son los rasgos mestizos, criollos e indígenas en los rostros y cuerpos de sus personajes. Bélgica Rodríguez, curadora e investigadora, declara al respecto que este factor, que vincula a la sencillez de la personalidad de Narváez, resultó uno de sus puentes a la internacionalización. "Mientras más local es un artista, más universal se hace. Él miró su entorno y, con sus herramientas y técnicas, hurgó en lo local hasta elevarse hacia un nivel universal". 

Incluso, las grandes curvas y elementos volumétricos de estas primeras piezas permitieron su transición y se mantuvieron, luego, durante su etapa de abstracción geométrica por la que, declara Erminy, es mayormente conocido en el resto del globo. "Él respetaba y aprovechaba la naturaleza y posibilidades de los materiales, y en su última etapa desarrolló obras de grandes volúmenes donde logró el contraste entre la piedra en su estado natural y un corte geométrico liso. Eso fue una novedad a nivel mundial y ha sido repetido (no necesariamente imitado) por artistas de otros países", indica.

Pionero, como fue, en la ejecución y el concepto de la plástica en el país, sus obras pueden aún ser apreciadas en sitios representativos de la modernidad capital, como la Universidad Central de Venezuela o las salidas de las estaciones Parque Carabobo y La Hoyada del Metro de Caracas. Desde allí, esperan ser estudiadas por aquellos que deseen apreciar en ellas la genialidad de un hombre que supo ser, como su mar, el buscador incansable de un futuro nacido en la identidad.

mfernandez@eluniversal.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor se cordial y no insultes no debemos exaltar los ánimos de los seguidores.