La historia de Frida Añez en Carabobo a partir de 1950

Este blog nos narra la historia de una mujer que marcó de forma única la cultura en Valencia, Estado Carabobo entre 1950 y 2000

19 de abril de 2014

“Ha muerto Gabriel García Márquez. Para varios críticos literarios fue"Con Jorge Luis Borges, el más grande narrador en lengua española del siglo XX”...Algunos de los primeros años en los que Gabriel García Márquez ejerció el periodismo fue en Caracas, y entre sus reportajes destacados se encuentra uno en el que relataba la falta de agua en la capital venezolana, en tiempos de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.Entre 1957 y 1959 Gabo estuvo como periodista y jefe de redacción de la revista Venezuela Gráfica.



El Carabobeño 19 abril 2014

 

Gabriel Garcia Márquez con su esposa Mercedes Barcha(Foto Archivo)

Cobertura periodística en la Caracas de Pérez Jiménez
 Algunos de los primeros años en los que Gabriel García Márquez ejerció el periodismo fue en Caracas, y entre sus reportajes destacados se encuentra uno en el que relataba la falta de agua en la capital venezolana, en tiempos de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
Entre 1957 y 1959 Gabo estuvo como periodista y jefe de redacción de la revista Venezuela Gráfica. También trabajó para Elite y Momento. Sobre Caracas dijo alguna vez: “Una ciudad inolvidable donde viví años cruciales de Venezuela, que lo fueron también para mi vida”.
Caracas sin agua es un reportaje donde se narra el drama que vivieron sus habitantes por la escasez de agua. Una pieza tallada a partir de la historia de un alemán, que luego desemboca en un verdadero apocalipsis. En Caracas Gabriel García Márquez cubrió el levantamiento armado contra Pérez y su posterior caída, destacó un portal noticioso del Gobierno venezolano.
“Los barrios pobres quedaron sin agua. En los barrios residenciales se restringió el agua a una hora por día. En su oficina, como no tenía nada que hacer, Samuel Burkart utilizó su regla de cálculo para descubrir que si las cosas seguían como hasta entonces habría agua hasta el 22 de mayo. Se equivocó, tal vez por un error en los datos publicados en los periódicos. A fines de mayo el agua seguía restringida, pero algunas amas de casa insistían en regar sus matas”, escribió en el reportaje. (AV)

Tras la huella de Gabriel García Márquez

Diversos escritores venezolanos valoran el legado del escritor fallecido este jueves

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El mundo hispanoparlante llora la partida de uno de los grandes escritores de América Latina
ÁNGEL RICARDO GÓMEZ |  EL UNIVERSAL
sábado 19 de abril de 2014  12:00 AM
Como dice la portada de ayer del diario El Espectador de Colombia, Gabriel García Márquez (1927-2014) es inmortal. Y queda vivo a través de una prolífica obra que abarca novelas como Cien años de soledad, su pieza cumbre; cuentos, crónicas, semblanzas, reportajes periodísticos y hasta una obra teatral.

En Venezuela algunos escritores destacan su legado. Antonio López Ortega, por ejemplo, alaba principalmente a Cien años de soledad, como aquella que marcó un punto de inflexión en la escritura del colombiano. "Significó un corte abrupto con respecto a la novela que veíamos. Si bien hay antecedentes importantes en Rulfo, Borges y Carpentier, Cien años de soledad muestra a un García Márquez abierto, espléndido, a un preclaro interlocutor de la imaginación y el lenguaje de América Latina", comenta.

López Ortega confiesa que su obra no lo influenció como escritor, pero valora otras de sus novelas como El otoño del patriarca y El general en su laberinto. "Siempre lo leí con admiración y cercanía, pero su obra no me marcó tanto. Yo diría que El otoño... constituye una de sus cimas lingüísticas, me arropa, es muy elaborada".

Otro tanto agrega Rafael Arráiz Lucca quien cataloga el legado de "Gabo" como "monumental" y "extraordinario". "Yo empecé a leerlo en los años 60, siendo adolescente; a mis padres les gustaba mucho y yo quedé fascinado. Es una narrativa absolutamente poética, donde la imagen y la música son su piedra angular, en general, él tiene un sentido musical del lenguaje que es prodigioso", comenta.

El también docente e investigador cataloga a Cien años de soledad como un "monumento". "Me gustan mucho sus cuentos, El rastro de tu sangre en la nieve, es una obra maestra, y Noticia de un secuestro es esencial desde el punto de vista periodístico". Arráiz dice que no debe olvidarse al García Márquez periodista.

En efecto, Milagros Socorro lo destaca, pero precisa que no todo periodista es reportero, pero todo reportero sí es periodista. "En su etapa, Gabriel García Márquez fue un reportero muy culto, lo cual no es muy común, y un reportero arrebatado por la imaginación, lo cual tampoco es común". La periodista agrega a sus cualidades la sensibilidad.

"En aquellos textos costeños no es el García Márquez de Cien años de soledad, pero tampoco el de Cuando era feliz e indocumentado o el de aquel reportaje titulado Caracas sin agua", precisa Milagros Socorro. "Creo que lo más relevante es que fue un hombre con una imaginación desatada que nunca traicionó".

El crítico Carlos Sandoval se centra principalmente en Cien años de soledad que para él, llega a instaurar una imagen de América Latina y mitifica hasta cierto punto, a su autor.

"García Márquez tenía 20 años imaginando cómo iba a producir Cien años de soledad (1967), que es el resultado de ese imaginario que venía cultivando desde La hojarasca (1955) y El coronel no tiene quien le escriba (1961). El resultado es una obra premoderna, un proyecto poético, con una imagen precisa de América Latina", comenta el crítico.

Enumera otros textos valiosos del colombiano como Un día después del sábado y La siesta del martes, que muestran "una narrativa cargada de simbología, con influencias de Faulkner, Kafka y los trágicos griegos". "El lector común se deja envolver por un calco de cierta oralidad que tiene aspectos mitificantes. Su dicción en prosa (estilo) atrapa al lector desde el principio".

Sandoval añade que Cien años de soledad se lee como una "biblia literaria fundacional', en lo que coincide con Antonio López Ortega, quien considera que esta obra tiene un "aliento cosmogónico". Milagros Socorro agrega que en el campo literario la gran hazaña de García Márquez fue inventar un mundo, "y no sólo Macondo, sino un mundo verbal, imaginativo, lingüístico".

En el cine y el teatro

Alicia García de Francisco reseña para la agencia EFE el lado cinematográfico de García Márquez y señala que si bien fue un medio que el escritor adoraba, este no supo recoger la magia y el trasfondo de historias como El amor en los tiempos del cólera o El coronel no tiene quien le escriba. "Pese a ser uno de los autores más adaptados al cine, el resultado en la pantalla se ha quedado muy lejos de la extraordinaria calidad de sus textos".

Y destaca: "Quizás el mejor García Márquez que se ha visto en el cine es el de su compatriota Arturo Ripstein, que captó parte de la magia de El coronel no tiene quien le escriba", no sin antes recordar que Del amor y otros demonios y Memorias de mis putas tristes, en 2009 y 2011, respectivamente, son las adaptaciones más recientes de sus novelas, que por cierto, "también se saldaron con un resultado mediocre".

García Márquez fue un apasionado del cine. En 1954 se estrenó como guionista para un corto experimental, La langosta azul y ese mismo año se matriculó en Roma en el Centro Experimental de Cinematografía. En 1985 crea la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y la cubana Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.

¡También fue actor! En 1965 escribió el guión de En este pueblo no hay ladrones, dirigida por Alberto Isaac, en la que interpreta un pequeño papel.

Para el teatro creó una comedia titulada Diatriba de amor para un hombre sentado, protagonizada en Venezuela por Marina Baura en 2008, bajo la producción de Carlos Omobono.

Controversial Carta de Despedida de Gabriel García Márquez

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los , perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi , sino mi alma.

Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el , y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada u que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.

A los les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un0 beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan."





GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


 

 

Ejemplar de la primera edición de su obra cumbre

"Cien años de Soledad" publicada en Argentina en 1967

  Cien años de soledad.

"Cien años de soledad es un torbellino de episodios mágicos, de sucesivas existencias marcadas por un sólo destino. Exhuberante de paisajes, de imágenes y de palabras, esta obra literaria -considerada la segunda más importante de lengua castellana después de El Quijote- es una metáfora de América Latina."


Gabriel García Márquez (Aracataca, 1927-México 2014), escritor y periodista colombiano, recibió el Premio Nobel de LiIteratura en 1982. Era hijo de un coronel que le enseñó a consultar el diccionario, el maravilloso mundo del circo y le solía decir «Tu no sabes lo que pesa un muerto». Tuvo una abuela que le contaba historias fantásticas de fantasmas, aparecidos y santos. Estudió Derecho para complacer a su familia, pero su pasión desde que era niño era escribir y narrar. Trabajó como periodista, publicó algunos libros con cierta fortuna y el éxito absoluto le llegó con los cien años.



Gabriel García Márquez (Foto http://www.dentrocine.com/)


Recomendar «Cien años de soledad» es recomendar lo obvio, lo que todos conocemos y hemos leído. Sin embargo, les sugiero a los que no lo han leído todavía que lo hagan y  a los que lo han leído ya, que lo relean, es un auténtico placer, de los que valen la pena.


      Entre las múltiples sorpresas que depara la lectura de Cien años de soledad, una de las más sugerentes es el tratamiento que se le confiere a lo mágico y lo maravilloso.

El Renacimiento europeo opuso la razón y el antropocentrismo al mundo medieval. Cervantes, en Don Quijote (I, 47) pronostica que "hanse de casar las fábulas mentirosas con el intendimiento de los que las leyeren, escribiéndose de suerte que facilitando los imposibles... admiren, suspendan, alborocen y entretengan". El mundo mágico pervive en numerosos elementos del folclore popular, sobretodo del mundo rural, que han sido transmitidos y conservados hasta nuestros días. Los embrujos, las hechicerías, los sortilegios forman parte de una cultura popular que hunde sus raíces en el medievo y que es fuertemente combatida, con  excaso éxito, por la Inquisición, la Ilustración del dieciocho y finalmente el positivismo científico. Pero la atención hacia el oscuro mundo de la magia aparece aquí y allí, en la tradición literaria hispánica y en la que, entroncada con los mitos indígenas, apareció en la cultura mestiza americana.

La nueva novela utiliza un sistema de referencias en las que no se halla ausente el mundo mágico. Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias, el propio Jorge Luis Borges, entre otros, lo extraen de sus tradiciones o lecturas. Cortázar muestra también una atención preferente hacia lo mágico desde una conciencia urbana. Pero García Márquez lo refunde y obtiene nuevos y vibrantes resultados. Desde las primeras páginas alude a "los sabios alquimistas de Macedonia" y a la alquimia y sus mitos. A través de ella, por ejemplo, Melquíades recobra la juventud. Esta fáustica operación tiene mucho de burla. Melquíades aparece con una dentadura postiza que se extrae y muestra a sus sorprendidos espectadores: La magia, en ocasiones, no es sino engaño.

En este contexto no puede extrañarnos la mención de Nostradamus. Úrsula, figura capital del relato, mujer que manifiesta su vinculación a la realidad, ante las pretendidas y fracasadas invenciones de su marido, parece advertir la opsición entre las actividades alquimistas y la verdadera ciencia que es el soporte del progreso: "Aquí nos hemos de pudrir en vida sin recibir los beneficios de la ciencia", advierte desde el principio. Los muertos aparecen como seres vivos : así, Prudencio Aguilar, que murió de una lanzada de José Arcadio Buendía. No son sus espectros , sino figuras con las que puede dialogarse y que deambulan durante la noche y a plena luz. El matrimonio descubre a Prudencio hasta en su propio cuarto y se ve obligado a tomar la determinación de marcharse del pueblo. Aureliano posee una "rara intuición alquímica". Por ello no parece extraño que los muertos convivan con los vivos y hasta reaparezcan de nuevo, como Melquíades. Cuando los personajes deliran acusan también en el reino del inconsciente los efectos mágicos del ambiente. José Arcadio Buendía habla en latín, con un don de lenguas que sitúa lo maravilloso en un contexto religioso (los apóstoles) y el padre Nicanor muestra su capacidad de levitación. Pero la realidad no es menos mágica. Aureliano Triste descubre que el fantasma que parecía morar en "una casa de nadie" era Rebeca, olvidada ya de todos. El Judío Errante aparece en forma de monstruo y los pergaminos son también mágicos. Es la novela misma que el lector tiene en su manos. 
     
García Márquez defiende en Cien años de soledad que lo maravilloso puede convivir con lo cotidiano y, a través de un lenguaje evocador y preciso, hace revivir lo inverosímil y lo reconvierte en verídico y poético. La posibilidad de hacer compatibles lo cotidiano y lo poético es función de la poesía, cuando ésta brota como creación a través del lenguaje.



Gara-Archive
The author Gabriel García Márquez in the mid-1940s.

 

Macondo 

El sueño en Macondo 


Fotografía: UPI/Bettmann Newsphotos

 

Argentina

Gabriel Garcia Marquez

By tamer_youssef

on May 02, 2009

 

 

 

 

 

 

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