Valencia necesita que la quieran: Celebración en medio de crisis
Autoridades deben trabajar en unidad para revertir tendencias negativas. (Foto Andrews Abreu)
Alfredo Fermín || afermin@el-carabobeno.com
La pregunta de si es cierto o no que Valencia fue fundada hace 460 años, un 25 de marzo, no puede ser respondida con certeza. No hay documento que confirme ese hecho, ni tampoco sobre quién fue el fundador. Se presume que no hubo acto de fundación sino que la ciudad se fue conformando por familias que vinieron huyendo de piratas que azotaban el puerto de Borburata o de conquistadores procedentes de El Tocuyo que pasaban por aquí buscando salidas al mar.
Lo cierto es que Valencia, desde sus inicios hace más de cuatro siglos y medio, fue una población importante por el comercio y la agricultura como lo observó el barón Alejandro de Humboldt a comienzos del siglo XIX, con una población muy conservadora, apegada a las tradiciones familiares lo cual originó lo que se conoce como la valencianidad.
La reapertura de la Universidad de Carabobo en 1958 y la creación de la Zona Industrial, en ese mismo tiempo, fueron peticiones de la gente pudiente que, en su mayoría, eran socios del Country Club donde hubo las celebraciones de esos logros.
Pero la transformación, que tuvo la sociedad valenciana, al convertirse en ciudad universitaria e industrial, restó fuerza a la valencianidad que se convirtió en una minoría que tenía como expresión a las instituciones con sede en la Casa del general José Antonio Páez por iniciativa del tercer obispo de Valencia Gregorio Adam. Es decir, que la valencianidad logró objetivos para el progreso de esta ciudad que pocas veces ha sido bien vista por los gobiernos nacionales. Antipatía que no se compara con la del difunto Hugo Chávez que estableció el odio contra Valencia como política de Estado. De allí el ambiente de ciudad, como salida de una guerra, que caracteriza ahora a la capital del estado Carabobo.
Nuevas Metas
El exrector de la Universidad de Carabobo Elis Mercado sostiene que Valencia es una ciudad de espíritu creativo por lo cual aquí “nada es fácil, todo es complejo porque las cosas de la inteligencia no son simples”. Por esta situación, el catedrático considera que en estos tiempos de la globalización la ciudad requiere afecto, amor, reflexión y teorización.
Carmelo Ecarri, dirigente del Proyecto Gerencia de Ciudades Sostenibles, afirma que Valencia quiere ser una ciudad de ciudadanos en convivencia pacífica, alegre, activa, respetuosa, laboriosa, educada, inteligente, cercana, segura, previsible y ordenada.
Según esta tesis los valencianos quieren tranquilidad, armonía, relaciones de respeto. “Debe ser una ciudad, en la cual compartan responsabilidades los distintos niveles de gobierno con eficiencia, eficacia y transparencia. Que el gobierno y las empresas estén a la vista de los ciudadanos para que la economía y la política sirvan para la plenitud de la espiritualidad de los seres humanos”.
Pero la realidad es otra, el Proyecto Gerencia de Ciudades Sostenibles realizó una evaluación de la calidad de vida urbana en 2014, y determinó que Valencia muestra un deterioro de la calidad de vida en el último quinquenio, al comparar los valores actuales con el Índice de Bienestar Humano Municipal del año 2008 .
El estudio determinó que la ciudad crece de manera desintegrada, sin centralidad, desordenada, sin espacios públicos, servicios distantes y mal distribuidos, con graves problemas en el suministro y calidad del agua corriente, funcionamiento y suministro de la energía eléctrica, graves problemas en la disposición de los residuos sólidos.
Grave Crisis
Y, en medio de un caos de movilidad, con escaso valor para las modalidades peatonales y ciclísticas, un deteriorado y caótico transporte colectivo, y la preeminencia de la transportación en vehículos particulares.
De acuerdo con el Proyecto Gerencia de Ciudades Sostenibles la situación más grave -que requiere una intervención prioritaria- se encuentra en los graves déficit en materia de economía y gobernabilidad, informalidad en el empleo, recesión en la actividad productiva, incremento sostenido de los precios y escasez, afectan profundamente la calidad de vida.
Tal situación repercute en las finanzas municipales menguando las capacidades de las administraciones de enfrentar con efectividad los retos de las demandas sociales. La inseguridad es otra variable en estado de peligro que contribuye a una situación de caos e ingobernabilidad que debe ser enfrentada con decisión, con una alianza social muy amplia para revertir las tendencias negativas y recuperar la prosperidad, la convivencia y, en general, la calidad de la vida de los valencianos.
En otras palabras Valencia necesita con urgencia que la quieran, que se interesen por sus problemas y que siempre se tenga presente que esta es la ciudad de la libertad lograda en el Campo de Carabobo en 1821 y ratificada en 1830 con la creación de la República de Venezuela, después de la separación de la Gran Colombia.
Solicitan Devolución De Escudo Colonial
La Academia de la Historia del Estado Carabobo solicitó, al Concejo Municipal, que le devuelva a Valencia su antiguo escudo de armas que “por historia, justicia, equidad y derecho le corresponde”.
El escudo colonial de Valencia fue derogado en 2008, durante la administración del alcalde Edgardo Parra y en su lugar “se impuso un emblema que está lejos de la realidad histórica”, dice una carta firmada por Enrique Mandry Llanos, Carlos Cruz y otros miembros de la junta directiva de la Academia de la Historia dirigida a José Valero, presidente del Concejo Municipal.
Un buen regalo para Valencia solucionar las 49 fugas de agua
Coordinar acciones y gestiones ante la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro), con la firme intención de lograr de ella la mayor y mejor efectividad en la calidad del agua que los habitantes de la ciudad consumen y resolver con prioridad, el problema de las fugas de agua que se han convertido, no sólo en una fuente de desperdicio de tan vital líquido, sino en un factor de deterioro de las vías urbanas, en las distintas parroquias de la ciudad de Valencia. Son las peticiones que le hace Guillermo Manosalva, presidente de la Asociación Civil “Un Millón de Amigos por el Metro de Valencia, a la Gobernación de Carabobo y la alcaldía de la ciudad como regalo por sus 460 años de fundada. Según estudios realizados por expertos en la materia, existen 49 fallas activas de fugas importantes de agua, reportadas a la Hidrológica, sin ningún tipo de respuestas por parte de ellos.Los botes de aguas blancas que deterioran la vialidad, se observan en las parroquias Rafael Urdaneta 13; 16 en Miguel Peña; 16 en Santa Rosa y 10 en San José, todas de significativa relevancia. Valencia se los agradecería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor se cordial y no insultes no debemos exaltar los ánimos de los seguidores.