Carolina Vollmer abre las puertas de su "Refugio"
La exposición individual inaugura mañana en la galería El Anexo
MARÍA GABRIELA FERNÁNDEZ B. | EL UNIVERSAL
sábado 5 de septiembre de 2015 12:00 AM
En ocasiones es necesario perderlo todo para emprender nuevas búsquedas y hallazgos. La desgracia como motor, y la ruptura como camino hacia las posibles reconstrucciones encendieron el interés de la artista visual Carolina Vollmer. `Primero, desde la duda; luego, como vivencia propia.
Vollmer, quien emprendió desde 2006 una investigación hemerográfica sobre los refugios para damnificados en Caracas, se vio a sí misma sin nada cuando un frasco de pintura se derramó sobre estos documentos que coleccionaba. En medio de su impotencia, y ante la realidad de haber perdido aquello que guardaba para su próximo proyecto visual, decidió transformar su propia experiencia en un nuevo hecho artístico.
Desde ese momento, concibió a su taller como un refugio y decidió que los objetos que acumulaba en él serían revalorados y convertidos en protagonistas de su próxima muestra, como una apología al "sobrevivir con lo que se tiene a la mano". Las piezas que elaboró durante sus dos años de trabajo serán exhibidas a partir de mañana en la galería El Anexo/Arte Contemporáneo, ubicada en San Bernardino.
Botellones de vidrio, cables, piezas oxidadas de rotativas, filtros de chimenea y hasta una constitución, que habían sido recopilados por la artista, integran la exposición Refugio, donde cada uno de estos objetos, de apariencia desechable, fueron resignificados en un marco social y político.
"Se daba de esta manera, yo me sentaba a conversar con cada uno de los objetos y, finalmente, ellos mismos me iban llevando hacia su concepto", detalla Vollmer. Fue así como los botellones se convirtieron, para ella, en contenedores de historias, escritas por los cables que guardó en su transparencia interior. Carretes de pabilo colocados en línea vertical en la pared, junto con enormes filtros de chimenea manchados por los años, reflejan "el paso del tiempo, las cosas que no llegan a su destino, el tiempo perdido que cada venezolano invierte, por ejemplo, en las colas de los supermercados". Las partes de rotativas son vinculados por Vollmer con "la situación de censura de hoy en día".
Las piezas con mayor contenido político son aquellas en las que la artista involucra a la Constitución Nacional. Un video recoge la forma en la que cada una de sus páginas se vuelve papelillo al atravesar una trituradora y, justo en frente, colocadas en el interior de bolsas plásticas, se exhiben los restos, previamente subrayados, de cada uno de los títulos y capítulos de la Carta Magna. "Yo soy abogada, y para mí ha sido doloroso ver la forma en la que la Constitución ha sido violentada en estos años".
Dentro de tanta turbulencia, Vollmer decidió cerrar la muestra con unos pequeños moldes de resina pintados en blanco y negro a los que llamóReencuentro. "El país necesita unión después de tocar fondo. Este cierre apunta a la esperanza".
MARÍA GABRIELA FERNÁNDEZ B. | EL UNIVERSAL
sábado 5 de septiembre de 2015 12:00 AM
En ocasiones es necesario perderlo todo para emprender nuevas búsquedas y hallazgos. La desgracia como motor, y la ruptura como camino hacia las posibles reconstrucciones encendieron el interés de la artista visual Carolina Vollmer. `Primero, desde la duda; luego, como vivencia propia.
Vollmer, quien emprendió desde 2006 una investigación hemerográfica sobre los refugios para damnificados en Caracas, se vio a sí misma sin nada cuando un frasco de pintura se derramó sobre estos documentos que coleccionaba. En medio de su impotencia, y ante la realidad de haber perdido aquello que guardaba para su próximo proyecto visual, decidió transformar su propia experiencia en un nuevo hecho artístico.
Desde ese momento, concibió a su taller como un refugio y decidió que los objetos que acumulaba en él serían revalorados y convertidos en protagonistas de su próxima muestra, como una apología al "sobrevivir con lo que se tiene a la mano". Las piezas que elaboró durante sus dos años de trabajo serán exhibidas a partir de mañana en la galería El Anexo/Arte Contemporáneo, ubicada en San Bernardino.
Botellones de vidrio, cables, piezas oxidadas de rotativas, filtros de chimenea y hasta una constitución, que habían sido recopilados por la artista, integran la exposición Refugio, donde cada uno de estos objetos, de apariencia desechable, fueron resignificados en un marco social y político.
"Se daba de esta manera, yo me sentaba a conversar con cada uno de los objetos y, finalmente, ellos mismos me iban llevando hacia su concepto", detalla Vollmer. Fue así como los botellones se convirtieron, para ella, en contenedores de historias, escritas por los cables que guardó en su transparencia interior. Carretes de pabilo colocados en línea vertical en la pared, junto con enormes filtros de chimenea manchados por los años, reflejan "el paso del tiempo, las cosas que no llegan a su destino, el tiempo perdido que cada venezolano invierte, por ejemplo, en las colas de los supermercados". Las partes de rotativas son vinculados por Vollmer con "la situación de censura de hoy en día".
Las piezas con mayor contenido político son aquellas en las que la artista involucra a la Constitución Nacional. Un video recoge la forma en la que cada una de sus páginas se vuelve papelillo al atravesar una trituradora y, justo en frente, colocadas en el interior de bolsas plásticas, se exhiben los restos, previamente subrayados, de cada uno de los títulos y capítulos de la Carta Magna. "Yo soy abogada, y para mí ha sido doloroso ver la forma en la que la Constitución ha sido violentada en estos años".
Dentro de tanta turbulencia, Vollmer decidió cerrar la muestra con unos pequeños moldes de resina pintados en blanco y negro a los que llamóReencuentro. "El país necesita unión después de tocar fondo. Este cierre apunta a la esperanza".
Vollmer, quien emprendió desde 2006 una investigación hemerográfica sobre los refugios para damnificados en Caracas, se vio a sí misma sin nada cuando un frasco de pintura se derramó sobre estos documentos que coleccionaba. En medio de su impotencia, y ante la realidad de haber perdido aquello que guardaba para su próximo proyecto visual, decidió transformar su propia experiencia en un nuevo hecho artístico.
Desde ese momento, concibió a su taller como un refugio y decidió que los objetos que acumulaba en él serían revalorados y convertidos en protagonistas de su próxima muestra, como una apología al "sobrevivir con lo que se tiene a la mano". Las piezas que elaboró durante sus dos años de trabajo serán exhibidas a partir de mañana en la galería El Anexo/Arte Contemporáneo, ubicada en San Bernardino.
Botellones de vidrio, cables, piezas oxidadas de rotativas, filtros de chimenea y hasta una constitución, que habían sido recopilados por la artista, integran la exposición Refugio, donde cada uno de estos objetos, de apariencia desechable, fueron resignificados en un marco social y político.
"Se daba de esta manera, yo me sentaba a conversar con cada uno de los objetos y, finalmente, ellos mismos me iban llevando hacia su concepto", detalla Vollmer. Fue así como los botellones se convirtieron, para ella, en contenedores de historias, escritas por los cables que guardó en su transparencia interior. Carretes de pabilo colocados en línea vertical en la pared, junto con enormes filtros de chimenea manchados por los años, reflejan "el paso del tiempo, las cosas que no llegan a su destino, el tiempo perdido que cada venezolano invierte, por ejemplo, en las colas de los supermercados". Las partes de rotativas son vinculados por Vollmer con "la situación de censura de hoy en día".
Las piezas con mayor contenido político son aquellas en las que la artista involucra a la Constitución Nacional. Un video recoge la forma en la que cada una de sus páginas se vuelve papelillo al atravesar una trituradora y, justo en frente, colocadas en el interior de bolsas plásticas, se exhiben los restos, previamente subrayados, de cada uno de los títulos y capítulos de la Carta Magna. "Yo soy abogada, y para mí ha sido doloroso ver la forma en la que la Constitución ha sido violentada en estos años".
Dentro de tanta turbulencia, Vollmer decidió cerrar la muestra con unos pequeños moldes de resina pintados en blanco y negro a los que llamóReencuentro. "El país necesita unión después de tocar fondo. Este cierre apunta a la esperanza".
Objetos moribundos sobreviven con el arte
Materiales que cumplieron su vida útil son los símbolos con los que la artista refleja el drama de la subsistencia
Carolina Vollmer considera que el color es su vitamina. Pero la escasez de las pinturas con las que trabajaba sus obras la obligó a redescubrir el matiz original de los objetos, esos que después de cumplir su vida útil siguen contando historias a través del óxido anaranjado, las manchas grisáceas y las grietas oscuras.
Una a una fueron llegando las cosas a su taller, materiales que fue recolectando en su vida cotidiana. Botellones de agua, cables, filtros de chimenea y piezas de la antigua rotativa de El Nacional dialogan enRefugio, una exposición cargada de simbolismos relacionados con el drama de la supervivencia.
La muestra comienza con un video de dos minutos en el que la Constitución se convierte en papelillos. “La destrucción de la carta magna me parece algo verdaderamente dramático. Ha sido violada tantas veces, a conveniencia de intereses particulares, que no hay garantía de un marco legal que permita hacer país”, indica la artista.
Ese sentimiento se expresa en las bolsas herméticas que contienen cada uno de los capítulos de la Constitución hechos trizas, gesto que pudiera herir susceptibilidades, pero Vollmer no teme. “Siempre habrá quien acuse. Lo importante es que el artista viva con sus convicciones”.
La exposición continúa con otros grupos de objetos. Un conjunto de filtros de chimenea que estuvieron guardados en una industria esconden sus propias anécdotas. “Los encontré en un galpón sin techo. Su dueño no los botó, los dejó ahí, guardados, a la espera de ser rescatadas”.
Las piezas de la antigua rotativa de El Nacional también tienen un significado artístico dentro de la muestra. “Pensé en la censura y la espera. Las intervine lo menos posible. Todos esos metales están cargados de simbolismo”.
Tres botellones rellenos con cables, uno de los materiales más recurrentes en los trabajos de la creadora, son la metáfora del paso del tiempo, al igual que los ovillos de pabilo que se disponen sobre la pared.
Félix Suazo y Gerardo Zavarce son los curadores de la muestra en la que Vollmer continúa con el tema que nutre su línea de investigación. “La inhabilitación simbólica del aparato económico y del ordenamiento constitucional genera una causalidad disruptiva de la cual se alimenta la propuesta de la artista (...) En definitiva, se trata de testimoniar la quiebra funcional de un sistema, mostrando sus vestigios inertes y desmembrados, fuera de la lógica productiva a la que pertenecen”, escribe Suazo sobre la exhibición.
RefugioEl Anexo, Arte Contemporáneo
Avenida Eraso, edificio Caura, San Bernardino
(entre el Hospital de Clínicas Caracas y el Centro Médico)
Horario: domingo, de 11:00 am a 2:00 pm
Avenida Eraso, edificio Caura, San Bernardino
(entre el Hospital de Clínicas Caracas y el Centro Médico)
Horario: domingo, de 11:00 am a 2:00 pm
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