La historia de Frida Añez en Carabobo a partir de 1950

Este blog nos narra la historia de una mujer que marcó de forma única la cultura en Valencia, Estado Carabobo entre 1950 y 2000

5 de julio de 2012

Un amigo investigador bibliográfico de reconocida fama me preguntó si la colección de la Biblioteca donada por el Dr. Enrique Tejera cuando Frida Añez fue Presidenta del Ateneo entre 1954-55 permanecía igual ya que él quería venir a visitarla, me quedé en silencio y no supe qué contestar, dadas las condiciones en que se encuentra el Ateneo de Valencia, y no contesté porque si yo misma vi la paloma que Picasso envió para la celebración cuatricentenaria de la ciudad y fue sustraída por quien es vox populi que la tenía como decoración en el comedor de su casa, qué se yo de los libros, pluma y escritorio que son bienes nacionales y regionales, pues este investigador es amigo de Enrique Tejera París, hijo del Dr. Tejera y sabe muy bien lo que su padre donó y fue catalogado legalmente por la Srta. Eglée Ramos Giugni en aquellos años. Me acojo a lo escrito por el Cronista de la Ciudad de Valencia.


El carabobeño 02 julio 2012

Guillermo Mujica sevilla || De Azules y de Brumas

Acto inaugural de la Biblioteca "Dr.Enrique Tejera" por el entonces
Gobernador de carabobo, con la presencia del propio científico
que la donaba al Ateneo de Valencia, representado por su Presidenta
1954-55: Srta. Frida Añez.

Orgullo de Valencia la Biblioteca “Enrique Tejera” de Felipe Herrera Vial (I)
Un ligero vistazo del Inventario de la extinta Universidad de Valencia, de sus muebles, gabinetes, biblioteca y demás útiles y objetos, practicado el 6 de noviembre de 1897, y publicado en esta misma ciudad en la Tipografía Artística Mijares, el mismo año, nos pone en posesión imaginaria de un hermoso tesoro, de un legado de cultura perdido entre dos siglos por la indiferencia de sus hombres responsables, de cuya riqueza tenemos el orgullo de haberla poseído, y la pena de haberla perdido, gracias a las garras de la barbarie que nos acorraló.

El "Dr. Enrique Tejera" entrevistado con motivo de
la donación de su biblioteca al Ateneo de Valencia

Hoy vuelve a Valencia, por sus fueros: su Ateneo y su Biblioteca, recién fundada con el nombre de un científico ilustre: Enrique Tejera. Ahora, lo fundamental, es conservarla, cuidarla de los zarpazos que puedan tenderle los enemigos de la cultura, agazapados desde cualquier imprevisto matorral de recelos.
Para recibir el Colegio Federal de Primera Categoría de Carabobo, luego Universidad de Valencia, se levantó un inventario el 9 de setiembre de 1892, con el acta siguiente:
“Estados Unidos de Venezuela”.- Estado Carabobo.- Jefatura Civil del Distrito.- Valencia 9 de setiembre de 1892.- 29 y 34.
En cumplimiento de la disposición del ciudadano Jefe Civil y Militar del Estado, contenida en su oficio de hoy, se constituyó el que suscribe, Jefe Civil y secretario, en el local del Colegio de Primera Categoría de Carabobo, con objeto de hacer un inventario de estado de dicho Establecimiento; y habiéndose realizado un detenido examen del edificio, en unión de los doctores Alejo Zuloaga y Miguel Sagarzazu, rector y vice-rector respectivamente, el doctor Faustino Figueredo Herrera, Fiscal de Instrucción Popular del Estado, encontramos que el edificio se halla en un estado deplorable de desaseo, fracturadas las cerraduras de las puertas, con muchas goteras, y faltándole muchas tejas en la parte del Oeste, cerca de la escalera; que el mobiliario ha desaparecido, completamente con excepción de tres mesas de escribir en mal estado, de una pizarra de madera y dos tribunas rotas, y que la Biblioteca con sus estantes han desaparecido también.
La misma suerte han corrido los libros de actas, de contabilidad y los expedientes de la Secretaría; y sólo se encontró en una de las piezas un hacinamiento de papeles informes que, por el desorden en que se encuentran, no ha sido posible, por el momento formar idea de su contenido.
Con lo expuesto creo dejar cumplida la orden del ciudadano Jefe Civil y Militar del Estado y firmo esta acta con el Secretario y las personas que se han nombrado; disponiéndose remitir copia autorizada de ella al referido funcionario R. Saravia .- Alejo Zuloaga. H.,- Miguel Sagarzazu.-. F. Figueredo.- E. Enrique Tejera.
La lectura de esta acta nos da una idea clara de cómo la soldadesca se abalanza sobre los papeles laboratorios científicos, bibliotecas, hasta terminarlas con mayor violencia que la polilla; por ello el Dr. Tejera, en su conferencia dijo, que el mayor enemigo del libro era el hombre, y empezó su recuento de las Bibliotecas incendiadas y saqueadas.
Ya para el año 1897, la Universidad contaba con su Biblioteca, organizada, catalogada que pasaba de CINCO MIL VOLUMENES en 16 Estantes, y uno especial con colecciones de periódicos de la República, y Tres Tomos conteniendo editoriales de “El Venezolano” de A. L. Guzmán; la Vida del Santo Padre Clavel por el P. José Fernández, santo éste que acaba de realizar estudio biográfico el insigne escritor don Mariano Picón Salas. Existía un estante con 147 obras de Historia Patria. (continuará)
Tomado de su Libro Estampas Valencianas 1992

"El Carabobeño" 09 julio 2012

Guillermo Mujica sevilla || De Azules y de Brumas

Orgullo de Valencia, la Biblioteca “Enrique Tejera”, de Enrique Herrera Vial (II)
Todo esto se halla hoy perdido. Pero renace esta biblioteca con cerca de dos mil volúmenes técnicamente catalogados y clasificados, con un mobiliario moderno y una buena disposición de personal, la cual entrará a funcionar el próximo primero de noviembre y a la que han donado obras las siguientes instituciones y personas: Ministerio de Educación, Ministerio de Justicia, Ministerio de Fomento, Ministerio de Hacienda, Ministerio de la Defensa, Biblioteca Nacional, Biblioteca Central, Embajada de España, Embajada Americana, Legación de Suecia, Legación de Japón, Librería Universal de A.J. Pérez Molina, Valencia, Librería SAVE, Librería SUMA, Librería Sanz, Librería Viejo y Raro Caracas; Monseñor Gregorio Adam, Obispo de Valencia; Dr. Enrique Tejera, Dr. Bartolomé López de Ceballos, Dr. Julio Bacalao Lara, Dr. Luis Teófilo Núñez, Luis Rafael Medina Ortega, Doctores Carlos Ortega Grajirena, Angel Cervini, Carlos Ottolina, José Padrón, José Antonio O’ Daly, Antonio Briceño Rossi, Eduardo Mendoza Goiticoa, Gustavo Cotton, Enrique Tejera París, J.V. Fernández, Martín Lares Gabaldón, Ezequiel Monsalve Casado, capitán Rufino Loscher Blanco, Sra. Inés Monsalve de Loscher, Sr. Julián Karam, Sra. María Luisa Zuloaga de Tovar, Srta. Elisa Elvira Zuloaga, Dr. Leandro Potenza, Sra. Alicia Fernández, Srta. María J. Zuloaga Gramcko, Srta.Margarita Stelling, Sra. María Pérez Carreño de Lairet, Sra. Elsa de Tejera, Jeannette de Jahn y señores Luis Taborda, Luis Eduardo Chávez, F. Herrera Vial, entre otros. Es de mencionar de manera especial el obsequio de la Creole Petroleum Corporation con los tres tomos del Viaje a las Regiones Equinocciales, de Humboldt, edición Príncipe, y el Reglamento para la Infantería, edición de 1808, donado por el Dr. Bartolomé López de Ceballos, libro que perteneció a la biblioteca del Libertador, y una preciosa edición ilustrada de Gustavo Doré con Fábula de La Fontaine, donada por la señora María Luisa Zuloaga de Tovar.
Hasta aquí la biblioteca en su gran paso inicial. Este era un viejo anhelo de la ciudad, amante de su cultura y de su tradición, pero dolorosamente sin una biblioteca organizada al servicio público, bien dotada y servida con un horario escogido.
Esta funcionará así: Lunes a Viernes de 9 de la mañana a una de la tarde; 4 de la tarde a 10 de la noche. Sábados: 9 de la mañana a una de la tarde; 4 de la tarde a 7 de la noche. Y se creará una comisión Pro Fomento de la Biblioteca, que trabajará por el mejoramiento y sostenimiento, por los medios apropiados a su útil funcionamiento.
Cabe mencionar aquí la valiosa colaboración que ha recibido el Ateneo del Gobierno del estado Carabobo y de la Municipalidad del Distrito Valencia, gesto enaltecedor por la fuerza civilizadora que involucra. Por esta conquista, tan preciada, está agradecida la Valencia intelectual, social y económica, por este jardín de recreo espiritual, sembrado a la orilla de un río de sueños en pleno valle de cariño, frente a la grata verdura de sus cerros. (Valencia, 1954).
Felipe Herrera Vial es el autor de estos dos artículos que hemos publicado, los cuales han sido extraídos de su libro Estampas Valencianas, 1992. Este libro es fiel reflejo de los hermosos recuerdos de la época que le tocó vivir profundamente con las personas que diariamente giraban a su alrededor, especialmente en el centro de la ciudad.
Cada día que pasa me inunda más la tristeza al pensar en el futuro de nuestra historia, que paulatinamente se va perdiendo nuestro hermoso ayer valenciano.

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