Lectura Tangente
Notitarde 26/04/2014
Última entrevista concedida por el pintor valenciano a esta casa editora
Oswaldo Vigas: He pasado la vida pintando y exponiendo
- Oswaldo Vigas (EFE / Eduardo Chacon)
Daniela Chirinos
Las Trincheras, uno de sus lugares favoritos, fue el escenario donde el polifacético artista plástico Oswaldo Vigas concedió la última entrevista a este medio impreso, realizada por la periodista Daniela Chirinos en junio de 2012, cuando presentaba la exposición "Oswaldo Vigas Dibujos (1940-2012)", en el Gabinete del Dibujo y la Estampa de Valencia (Gdev).
A continuación presentamos la transcripción exacta de dicho encuentro:
Difícil es resumir los ochenta y cinco años de vida y setenta de producción plástica de Oswaldo Vigas. Dueño de un talento único para la disciplina artística, el trabajo sin tregua y una inquietud inquebrantable, siempre dispuesto a correr la aventura del arte y sus misterios, en 1942 emprende un viaje sin retorno con exposiciones individuales y colectivas, realizadas ininterrumpidamente hasta hoy.
Así lo plantea Bélgica Rodríguez al comienzo del texto titulado "Brevísimo resumen de setenta años en el arte", incluido en el catálogo de la exposición -de la que es curadora y comparte la museografía con Lizett Álvarez- "Oswaldo Vigas Dibujos (1940 - 2012)", que se inauguró a casa llena el pasado domingo, en el Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia (Gdev), y clausura el 26 de agosto.
El maestro valenciano, además, fue condecorado por el Rey de España, Juan Carlos de Borbón, por su participación en la muestra "200 años de la Constitución del Tribunal Supremo de España" con la obra "Solariega" y honrado con el doctorado Honoris Causa que le confirió la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (Ugma).
El pintor no pudo viajar a España para recibir la condecoración por razones de salud, y en su representación acudió su esposa Jeanine de Vigas. Sin embargo, esto permitió que el maestro asistiera a la inauguración de la exposición del Gdev. Tenía dos meses sin venir, y tres años sin exponer acá.
El pintor no pudo viajar a España para recibir la condecoración por razones de salud, y en su representación acudió su esposa Jeanine de Vigas. Sin embargo, esto permitió que el maestro asistiera a la inauguración de la exposición del Gdev. Tenía dos meses sin venir, y tres años sin exponer acá.
Varios días pasó en Valencia, descansando en Las Trincheras, donde ocurrió el encuentro periodístico. Y tan cierto es que no deja de pintar un instante, que antes de que comenzara la entrevista acababa de dibujar en un block, par de personajes con marcador negro. "He dibujado hasta en autobuses, aviones", comenta.
El maestro Vigas es de poco habla. No obstante, en la entrevista dejó de manifiesto el cariño que siente por Valencia, sus impresiones sobre los honores y exposiciones que le rinden estos días, sus recuerdos sobre los días en su ciudad natal, su concepto sobre la pintura, y más.
El maestro Vigas es de poco habla. No obstante, en la entrevista dejó de manifiesto el cariño que siente por Valencia, sus impresiones sobre los honores y exposiciones que le rinden estos días, sus recuerdos sobre los días en su ciudad natal, su concepto sobre la pintura, y más.
Una grata sorpresa
En la muestra del Gdev no hay pinturas solo dibujos que Vigas elaboró entre 1940 y 2012. "Es mi afición. Jamás he parado de dibujar desde que comencé", comenta. Y sobre el total de piezas, dice: "Y hay más, toda la cantidad que quieras".
En la muestra del Gdev no hay pinturas solo dibujos que Vigas elaboró entre 1940 y 2012. "Es mi afición. Jamás he parado de dibujar desde que comencé", comenta. Y sobre el total de piezas, dice: "Y hay más, toda la cantidad que quieras".
Asegura que no recuerda cuándo realizó estos dibujos, entre los que está la pieza "A Picasso" de 1983, "Proyecto para óleo, Las hijas de Morgana" de 1996, y varias hechas sobre periódicos, cuadernos, tickets del metro, servilletas, programas de mano, y más. "No recuerdo nada, porque lo que queda es lo que se ve, no lo que se habló", sostiene.
- ¿Cómo se siente al volver a exponer en Valencia?
Esa exposición la escogió Bélgica Rodríguez, yo no sabía lo que había escogido, hasta la inauguración. No pude verla bien porque había tanta gente, pero tengo que volver.
Esa exposición la escogió Bélgica Rodríguez, yo no sabía lo que había escogido, hasta la inauguración. No pude verla bien porque había tanta gente, pero tengo que volver.
A mí me cayó de sorpresa. No esperaba que esto pasara. Bélgica no me había mostrado lo que había elegido, fue un error de mi parte porque podría ser una sorpresa desagradable, pero no, fue muy agradable. Quedé satisfecho.
"Solariega" en España
El pasado sábado, su esposa recibió en nombre del maestro, la condecoración que le confirió el Rey de España, y este lunes se inauguró la exposición donde está la obra Solariega. "Estoy tan acostumbrado a esas cosas que no me sorprenden", afirma.
- ¿Por qué "Solariega"?
No la elegí yo. La pinté en los años 60', en Mérida. La obra no tiene una importancia en particular, pudo haber sido cualquier otra, me cuesta seleccionar y me da igual, porque no son importantes.
- Pero tiene obras en todo el mundo, sí debe ser importante
En tantos años, es normal. Me he pasado la vida pintando y exponiendo también, y a veces hablando tonterías. Es normal que pasen (estas cosas) porque si uno está ahí, es normal que alguna piedra le caiga, las que se tiran para arriba, y así soy yo, una piedra tirada para arriba, me caí en mí mismo.
Jeanine de Vigas, su consejera
Luego de asistir a la entrega de la condecoración y la inauguración de la muestra, su esposa, Jeanine de Vigas se quedaría una semana más en París, a ver a su familia, después regresaría a Venezuela.
"Nunca estamos separados, aunque estemos lejos (físicamente) siempre estamos cerca, nos llamamos y me cuenta lo que está haciendo. Así ha sido siempre, desde que la conocí en los años '50, desde entonces seguimos igual, yo pintando siempre y ella siguiendo lo que hago. Ella es mi consejera cultural, político, y económico también.
Y fue cómplice de esta exposición, junto con Bélgica Rodríguez buscó y seleccionó durante un año, los noventa dibujos que hoy se exponen.
"Sí, y hay más, se pueden hacer diez o veinte muestras más", afirma el pintor.
Valencia, la suerte y los retos
"Sí, y hay más, se pueden hacer diez o veinte muestras más", afirma el pintor.
Valencia, la suerte y los retos
El maestro Vigas vive en Caracas, y si le preguntan si extraña a Valencia responde que no, pero enseguida aclara que le gusta esta ciudad y la quiere mucho. "Creo que lo que hago, lo hago porque quiero, y por eso a Valencia la quiero, aquí viví las cosas más bellas".
Mi infancia la pasé en La Pastora -agrega- vivía en la calle Anzoátegui, ahí tengo mi casa todavía, a veces voy a verla. Mis primeras pinturas las hice aquí y las expuse en el Ateneo de Valencia, en 1942. Los primeros amores los tuve en Valencia. También viví en Tinaquillo.
Y tuve la suerte, que en ninguna de las ciudades donde viví, había escuela de arte, eso fue una gran suerte, porque no tenía a nadie que me dijera "me gusta, no me gusta". Hice lo que quise y todavía sigo así. Corría riesgos, y nunca perdí, fue una suerte, y todavía eso me maravilla, no todo el mundo la tiene.
- ¿Cuánto le gustan Las Trincheras? Me encantan Las Trincheras, porque aquí puedo hablar tonterías, me meto en el agua y vuelvo a ella; se come muy bien, y después de pintar lo que me gusta hacer es comer. Tengo seis días aquí (contando hasta el lunes) y cada vez que puedo vengo.
- ¿Cuánto le gustan Las Trincheras? Me encantan Las Trincheras, porque aquí puedo hablar tonterías, me meto en el agua y vuelvo a ella; se come muy bien, y después de pintar lo que me gusta hacer es comer. Tengo seis días aquí (contando hasta el lunes) y cada vez que puedo vengo.
La pintura es un misterio
Son setenta años dedicados a las artes plásticas, hoy día el maestro considera que "la pintura es un misterio porque… nunca se sabe por qué, pero es un misterio. No se sabe, ni cómo, ni por qué, ni cuándo, ni dónde surgirá, pero siempre estoy dispuesto para ella".
Eso sí, añade que esa disposición la asume "siendo indiferente, porque si le diera importancia a eso, a lo mejor paro, pero como no le doy importancia, sigo el tiempo que sea. No le doy importancia, porque en la vida hay cosas realmente más importantes como vivir, no pintarla".
La pintura es humilde -añade- y hablar de ella, es falta de humildad, ahí se traiciona a uno mismo. Hay que pintar, y para eso no hay que hablar, por eso dije que los pintores pinten, los oradores hablen.
- ¿Cuándo volverá a exponer en Valencia?
Cuando alguien me invite, con todo gusto. Siempre la sensación es que uno no sirve para nada y cuando se hace una exposición, de pronto uno dice 'qué bueno, parece que algo he hecho', y algo hice.
Cuando alguien me invite, con todo gusto. Siempre la sensación es que uno no sirve para nada y cuando se hace una exposición, de pronto uno dice 'qué bueno, parece que algo he hecho', y algo hice.
- ¿Queda Vigas para seguir pintando? No hago más nada. Y cuando regreso a Caracas me meto en mi taller para seguir pintando, puedo pasar ahí cualquier cantidad de horas, no las cuento, y por eso pinto sobre cualquier cosa. Y la idea puede llegar en cualquier momento, eso de la inspiración no existe, existe el trabajo, entonces cuando uno trabaja, algo queda y nunca se sabe por qué, los demás lo sabrán quizá.
- ¿Qué le diría a los nuevos artistas? Que trabajen y que pinten tonterías, porque son las mejores y así serán reconocidos, que no se consideren importantes, porque nadie lo es.
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